“Los cambios recientes en el contexto externo han sido mayoritariamente desfavorables. Los vínculos comerciales con la economía estadounidense son relativamente modestos, lo que limita los efectos de derrame positivos. Al mismo tiempo, el persistente descenso de los precios de las materias primas ha golpeado a los grandes exportadores de materias primas de la región”, comentó Werner, en el marco de las Reuniones de Primavera del Fondo Monetario y del Banco Mundial, en Washington DC.
proyecciones. El crecimiento en gran parte de América del Sur seguirá desacelerándose, a medida que el debilitamiento de la inversión de las empresas se propague al gasto de los consumidores.
“Se prevé que tres de las economías más grandes (Argentina, Brasil y Venezuela) se contraigan en 2015. Por el lado positivo, el crecimiento debería repuntar en Chile y Perú, impulsado por políticas fiscales y monetarias de apoyo que reflejan los sólidos marcos macroeconómicos y márgenes de maniobra de política económica establecidos en las buenas épocas. En los demás países, las perspectivas dependen de la naturaleza de los shocks externos a los que se enfrentan”, explicó Werner.
Indicó que los términos de intercambio (el precio de las exportaciones en relación con el precio de las importaciones) se han deteriorado fuertemente, sobre todo en países como Venezuela, Bolivia, Ecuador y Colombia.
El FMI pronostica para Paraguay un crecimiento de 4% para este año; el Banco Mundial, por su parte, estima 4,2%; mientras que el Banco Central del Paraguay (BCP), luego de la primera revisión, se ratificó en 4,5%.