Un montón de gente tomó casi en tono de burla la remota posibilidad de que Paraguay sea dentro de 13 años uno de los países que organicen el campeonato mundial de la FIFA; sin embargo, la idea no es tan descabellada si lo analizamos en detalle.
Actualmente, nuestro país tiene una capacidad superior a las 32.000 camas entre hoteles de alta gama, nivel medio y hostales de buena atención pero bajo costo. El año pasado el aeropuerto Silvio Pettirossi alcanzó la cifra histórica al mover poco más de un millón de pasajeros en un año, cifra que por cierto se perfila será mayor este año.
A nivel de transporte público urbano lo hemos reconvertido. Nuestro parque automotor cuenta actualmente con 700 unidades con ambiente climatizado a la que este año se le sumarían otras 200 más; es decir, de los 3.500 buses de área metropolitana, 900 ya serían buses diferenciados cero kilómetros.
Somos el único país de la región que en los últimos diez años ha mantenido un ritmo constante de crecimiento tanto a nivel macroeconómico como en infraestructura y, si bien es verdad, tenemos el menor nivel de desarrollo en la región esa brecha se acorta cada año con más inversión. Entonces... ¿por qué no podemos pensar en ser sede de un Mundial?
La respuesta simplista es que necesitamos hospitales y escuelas. Esta es una realidad, pero... ¿acaso no necesitamos también estar en la principal vidriera internacional mostrando que Paraguay puede ser un destino válido para cualquier ciudadano del mundo? ¿No es el turismo la industria sin humo que tiene el mayor valor agregado?
En infraestructura se está construyendo una vía rápida que se inicia desde la avenida Ñu Guasu hasta empalmar con la Costanera norte de Asunción; el acceso Este a la capital, el sistema Metrobús, está en precalificación un tren eléctrico de cercanías, en licitación la duplicación de la ruta 1 y en pleno proceso de ampliación las rutas 2 y 7.
Todo esto, sin que exista ningún evento de tamaña magnitud en puerta. ¿Te imaginás cuánto más podríamos mejorar, con la excusa de organizar un Mundial nuestros niveles de inversión?
Un dato no menor es que en los dos días que duró el Rally Dakar donde nuestro país fue sede de la partida en concepto de hotelería y servicios se reportaron ingresos de más de USD 6 millones; cuando fuimos sede este año de la Asamblea del BID nos visitaron poco más de 3.500 extranjeros y el evento fue todo un éxito. El peor enemigo del paraguayo no es la incapacidad, sino su falta de confianza; el novelista brasileño Pablo Coelho decía: “Solo una cosa hace que un sueño sea imposible, y es el miedo al fracaso”.