EFE
Incalcaterra se reunió este miércoles en Asunción con el ministro del Interior, Lorenzo Lezcano, quien asumió su cargo el sábado tras la destitución de su antecesor, Tadeo Rojas, después de los violentos disturbios originados el viernes por las protestas contra la reelección presidencial.
Tras la reunión, Incalcaterra mostró su preocupación porque “un liderazgo social y político incitaba a la violencia y ese no es el camino”, según un comunicado del Ministerio.
Agregó que “no es a través de la incitación a la violencia que se solucionan los problemas”, de acuerdo con la nota.
El representante de la ONU apeló al diálogo como “base para el buen entendimiento” y vía de solución a los conflictos e instó a buscar soluciones dentro de las propias instituciones democráticas del Estado paraguayo.
Lezcano, por su parte, informó a Incalcaterra de que su cartera trabaja en la elaboración y firma de un protocolo de actuación policial, para que la institución sea “democrática” y responda tanto a la prevención de delitos, como a la protección de los derechos ciudadanos.
Incalcaterra también se reunió con el fiscal general del Estado, Javier Díaz Verón, para conocer los detalles del trabajo que realizan los diez agentes fiscales designados para esclarecer diferentes hechos ocurridos el pasado viernes, informó la Fiscalía.
Entre ellos se encuentra la muerte del militante liberal Rodrigo Quintana, presuntamente a manos de un policía, y la agresión policial al diputado liberal Edgar Acosta, herido en el rostro por el disparo de un proyectil de goma.
También el incendio de parte de las instalaciones del Congreso y las denuncias sobre violaciones de derechos humanos contra algunas de las más de 200 personas detenidas durante los disturbios.
El representante de la ONU también se entrevistó con autoridades de la Cancillería, la Fiscalía, la Corte Suprema de Justicia y el estatal Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura y prevé reunirse con responsables de la Policía Nacional, según la fuente
El pasado viernes, decenas de manifestantes ingresaron de forma violenta al Congreso y lo quemaron parcialmente, después de que 25 senadores aprobaran una enmienda constitucional para facultar la reelección presidencial.
Los disturbios se trasladaron después al centro histórico de Asunción, donde se registraron daños materiales en edificios y mobiliario urbano, y la acción policial dejó decenas de heridos y más de 200 detenidos.
Gran parte de los arrestados fueron detenidos de forma arbitraria y fueron objeto de golpes, torturas y tratos vejatorios, según denunció este martes el estatal Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNP).
Posteriormente, la Policía ingresó por la fuerza al local del Partido Liberal, el mayor de la oposición, y presuntamente disparó contra Quintana, de 25 años, que resultó muerto.
El presidente de Paraguay, Horacio Cartes, y el expresidente Fernando Lugo aspiran a ser candidatos en las elecciones de 2018, aunque la Constitución prevé mandatos únicos de cinco años y prohíbe la reelección.