16 jun. 2025

Obispo reconoce los desaciertos de la Iglesia y pide perdón a los jóvenes

Monseñor Adalberto Martínez lamentó que prelados no llenen expectativas de la juventud y admitió que necesitan transformar su lenguaje y toda la estructura. También pidió por la libertad de los secuestrados.

Saludo.  Mons. Adalberto Martínez,  obispo de las Fuerzas Armandas y de la Policía, recordó a los uniformados caídos.

Saludo. Mons. Adalberto Martínez, obispo de las Fuerzas Armandas y de la Policía, recordó a los uniformados caídos.

Por Darío Bareiro Fariña

CAACUPÉ

Monseñor Adalberto Martínez, obispo castrense, pidió perdón a los jóvenes en nombre de los obispos por defraudar sus esperanzas y no llenar sus expectativas. El prelado reflexionó ayer sobre la juventud en el octavo día del novenario en honor a la Virgen de Caacupé.

De “golpeados y marginados”. Así describió Martínez a la mayoría de los jóvenes que están desempleados, sin estudios, desorientados, sin contención afectiva y sin acompañamiento espiritual. “Son marginados del sistema económico, educativo, cultural, social y hasta religioso de nuestra sociedad”.

Los reclamos de mayor acompañamiento de los pastores que los jóvenes hicieron durante el lanzamiento del trienio de la juventud el sábado pasado es genuino, según el religioso.

Esto –sostuvo– debe despertar un serio compromiso para revisar las actitudes personales y pastorales de los obispos y sacerdotes. “Nuestros aciertos y desaciertos, para con ustedes, queridos jóvenes, para con sus ideales y aspiraciones de seguimiento a Cristo. Esos reclamos que también nos motivan a pedir perdón, por defraudar sus esperanzas y no hemos llenado sus expectativas de ser buenos pastores y corregirnos, con ayuda mutua para caminar juntos en este tiempo de gracia”, reflexionó.

El obispo castrense sostuvo que la Iglesia no puede ni debe ver las dificultades y problemas de los jóvenes como si no fuera parte de estos.

Secuestros. En otro momento de su homilía, Mons. Martínez pidió la liberación de las cuatro personas secuestradas. “Pedimos a los secuestradores que los liberen, y que podamos celebrar esta fiesta de Caacupé con estos hermanos secuestrados y que puedan abrazarse con sus familias luego de tantos sufrimientos”.

También pidió por las familias que perdieron sus seres queridos, víctimas civiles, policiales y de las FFAA que han caído en su deber.