En un mitin en Kissimmee, en el centro del estado y donde no hay patrón definido del votante, Obama dijo a los asistentes que ya “probaron la fuerza del voto” en 2012 y 2008, cuando hicieron de Florida una región demócrata después de que solo Bill Clinton, en 1996, pudiese ganar para su partido desde 1976.
Y que, aunque él no esté en la boleta electoral, los “principios” que él defiende sí lo estarán.
Por ello, pidió la “ayuda” de los que le votaron entonces, mayoritariamente negros y latinos, para elegir ahora por la “esperanza”, por la “persona probablemente más preparada de la historia para llegar a la Presidencia”, Clinton.
“Tiraremos por la venta todo el progreso logrado si no ganamos estas elecciones y ganaremos estas elecciones si ganamos en Florida”, dijo Obama, quien ganó en Florida por 0,9 puntos de margen gracias al masivo apoyo de hispanos y negros.
Una encuesta realizada por la cadena CBS entre los pasados días 2 y 4 da un empate entre Clinton y Trump en Florida, donde los negros se decantan por la demócrata por una diferencia de 85 puntos (91-6 %), los hispanos lo hacen por 20 (54-34 %) y los blancos optan por el empresario mayoritariamente (56-33 %).
Sin embargo, hay preocupación en la campaña de Clinton al ver que los datos de votación adelantada y por correo muestran que los negros no están votando en número similar a 2008 y 2012.
“No debería ser una elección ajustada”, dijo Obama, quien lamentó que el “nuevo normal” pueda llegar a ser la forma de actuar y de expresarse de Trump, del que, aseguró, es “totalmente incompetente” para ser presidente.
En cambio, dijo a sus seguidores, “ustedes están perfectamente cualificados” para votar por Clinton y consideró que la “elección no puede ser más clara”.
Según datos oficiales de hoy en Florida, 6,1 millones de personas ya ejercieron su derecho al voto por correo o de forma anticipada. La diferencia entre los registrados como demócratas y republicanos es de apenas 32.000 personas para los primeros (0,5 puntos porcentuales).
Esa diferencia es menor a la registrada en 2012 en el voto anticipado, que era de 4 puntos, aunque finalmente Obama ganó por solo 0,9 puntos a Mitt Romney.
Trump no se puede permitir repetir ese resultado republicano pues necesita ganar obligatoriamente Florida si quiere tener opciones de sentarse en el Despacho Oval. En la actual situación, todo lo que sea perder en este estado y Carolina del Norte supondría decir adiós a dicha posibilidad.
Mientras la zona norte de Florida es blanca y republicana y la sur es más latina y demócrata, el centro, al que volvió Trump este sábado, y que hoy visitó Obama, puede ser la clave.
En esta región se ha registrado un notable aumento de ciudadanos negros y latinos, especialmente puertorriqueños que superan ya los 300.000 residentes y que pueden votar en las elecciones.
A ellos se dirigió cuando dijo, en español, “Sí se puede”, el famoso eslogan de su campaña de 2008 y que acuñara en 1972 el líder hispano César Chávez.
“Si crees en la reforma migratoria y que Puerto Rico se levante de nuevo (de su crisis económica y financiera) tienes que votar”, pidió Obama, que no hizo mención a la decisión de hoy del FBI de no procesar a Clinton tras revisar nuevos correos electrónicos en la computadora de una de sus asistentes, en una polémica que ha hecho daño a la candidata demócrata.
En 2012, cerca de 8,5 millones de floridianos ejercieron su derecho al sufragio, con una participación del 71 %, mientras que en estos comicios ya votaron 6,1 millones, ya sea por voto anticipado o por correo.
De ellos, el 14,4 % del total son latinos, mientras que en la votación temprana de 2012 fue el 10,1 %.
Aunque los negros también han aumentado su participación en esta fase de las elecciones, el porcentaje ha caído del 16,1 en 2012 al 12,8 actual, mientras que el de los blancos también descendió ligeramente del 70,8 % al 70,1 %.
