“Me siento bien, vine a recorrer Asunción, veo mucha gente. Erré el camino y me perdí, me buscaron mucho los señores de la estancia”, dijo José con el característico candor de un niño de 9 años en entrevista con NoticiasPy.
“Me cansé y tuve frío, entré al monte, vi un lugar despejado y ahí me quedé a descansar. Tuve mucho frío y no pude dormir, recé mucho, no lloré, tuve muchos calambres, pero no lloré”, señaló con una picaresca sonrisa.
“A la mañana siguiente seguí caminando, escuchaba los gritos a lo lejos, pero no respondí porque estaba muy cansado. Tenía hambre, pero no pasé sed porque tomé agua limpia de una laguna. Encontré a mi gente porque una antena me sirvió de guía. Cuando me encontró don Justi no pude hablar”, siguió relatando.
La desaparición de José Carballo tuvo en vilo a todo un país, que respiró aliviado al enterarse de que fue encontrado sano y salvo. El hecho sucedió en un establecimiento ganadero del Departamento del Alto Paraguay.
José va al tercer grado y dice que tiene más ganas de seguir estudiando. Luego de un paseo con sus familiares por la avenida Costanera de Asunción, José llegó hasta la práctica del club de sus amores: Olimpia. Ahí se encontró con su ídolo, Roque Santacruz, quien lo abrazó, le firmó un autógrafo y conversó con él.