El fracaso del proyecto de reelección presidencial, vía enmienda, no solo sepultó el polémico proyecto que paralizó al Congreso por más de un año, sino que además significó la ruptura de las alianzas coyunturales que se dieron en los últimos meses.
Ahora el panorama en el Senado es bastante incierto, porque ninguno de los sectores políticos tienen la mayoría necesaria para la conformación de la mesa directiva que será la última del presente periodo.
La mayoría de los 25 que se consiguió para aprobar la polémica enmienda ya es historia. Los llanistas rápidamente intentaron despegarse de Cartes apuntando más bien a las internas del PLRA y con la carga del pedido de suspensión que pesa sobre sus espaldas, precisamente por haber apoyado el proyecto cartista.
Los del Frente Guasu (FG) también hicieron campamento aparte, aclarando, por boca de Fernando Lugo, que no están ni con sus antiguos aliados de la oposición, ni con sus incómodos socios en el malogrado intento de imponer la reelección presidencial.
Así, el oficialismo colorado se quedó con solo diez votos, a los que se suman únicamente los dos incondicionales del partido Unace, Jorge Oviedo Matto y Juan Manuel Bóbeda.
La presidencia del Senado cobra vital importancia ante una eventual renuncia del presidente Horacio Cartes y del vicepresidente Juan Afara, para poder competir por sus respectivas candidaturas al Senado.
A pesar de que esa posibilidad es discutible, a nivel constitucional, si se da, catapultaría al titular del Senado a la presidencia de la República.
Hasta ahora se habla solamente de dos posibles candidaturas para presidir el Senado. Por un lado está Jorge Oviedo Matto, quien tendría el acompañamiento del cartismo.
En la oposición se habla de la candidatura de Fernando Lugo, quien podría unir a la oposición si sanan las heridas del reciente enfrentamiento político.
EN DIPUTADOS. Aunque también hubo movidas en la Cámara Baja, e incluso se dio la salida del oficialismo por parte del propio titular, Hugo Velázquez, no hay mucho movimiento porque la presidencia de Diputados va hasta final del presente periodo presidencial, tras la modificación que divide el mandato en dos periodos de dos años y medio cada uno.
ALIANZAS EN EL PASADO. Las alianzas coyunturales se dieron principalmente por las divisiones internas de los dos partidos políticos tradicionales, la ANR y el PLRA.
El idilio, que se inició tras el rechazo del primer proyecto de enmienda, el 25 de agosto de 2016, finalizó abruptamente el 26 de abril pasado con el rechazo de la Cámara de Diputados al polémico proyecto que tuvo en vilo al país por demasiado tiempo.
Lo que parecía inevitable, la reelección presidencial, hoy ya es historia, en parte por la reacción ciudadana y, por otro lado, como consecuencia de la presión internacional.