“Estamos hablando de alerta roja nacional extrema, una situación que tiene que ver con la preparación de la población para eventos aún mayores”, dijo la primera dama y coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, Rosario Murillo.
Entre el jueves y este lunes tres sismos fuertes han dejado dos muertos, decenas de heridos y cientos de damnificados en Nicaragua.
Una alerta roja estaba decretada para Managua y León, pero la misma fue extendida a todo el territorio nicaragüense la tarde de este lunes.
El terremoto del jueves tuvo una magnitud de 6,2 Richter, el viernes se presentó otro de magnitud 6,7 Richter, y el domingo por la noche ocurrió uno de 5,6 Richter.
El Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred), que reúne a todas las instituciones relacionadas con situaciones de emergencia, se preparó a nivel nacional para una catástrofe de grandes proporciones.
La población fue orientada a dormir en áreas verdes, cientos fueron trasladados a albergues, hospitales de campaña fueron tendidos, la Cruz Roja solicitó donaciones masivas de sangre, automóviles de emergencia fueron ubicados en puntos estratégicos para trasladar heridos, y pacientes de hospitales en riesgo fueron cambiados de centros médicos.
Un total de 10.000 personas murieron en Managua en 1972, cuando un terremoto de magnitud 6,2 Richter devastó Managua.