En el país existe un aparente equilibrio entre hombres y mujeres, en términos de cantidad y también en la asistencia escolar; sin embargo, en el momento de querer acceder al mercado laboral ya surge la problemática. El desempleo sigue siendo mayor en las mujeres, señaló Norma Medina, directora de Encuestas de Hogares de la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (Dgeec).
Expresó que, por más que actualmente haya una equidad en la formación, existe un rezago a favor de los hombres y en contra de las mujeres. “Por ejemplo, en el departamento Central y Asunción, se puede observar que la tasa de desempleo femenino es superior, o sea, mientras 7 de cada 100 hombres están en desempleo abierto, 9 de cada 100 mujeres están en la misma situación”, dijo.
Refirió que este resultado puede estar relacionado con el estilo de vida o tipo de mano de obra que se requiera y que esté más asociado a lo que hacen los varones.
Por otra parte, añadió que siguen persistiendo diferencias salariales entre ambos géneros. En promedio, las mujeres ganan el 70% de lo que perciben los hombres, es decir, 30% menos. Este aspecto puede ser el producto de varios factores, tanto culturales como sociales.
“Ocurre que, a mismo nivel de estudio, una mujer está ganando menos. Pero hay que controlar ese nivel de estudio a qué tipo de carrera corresponde, porque mientras las mujeres hicieron 5 años de carrera en Ciencias de la Educación para ser licenciadas, los hombres estudiaron también 5 años, pero en la Facultad Politécnica para ser ingenieros informáticos”, remarcó.
Entonces, los años de estudio son iguales, pero las carreras por las que optaron los varones implican mayor remuneración y las mujeres, sin embargo, van a aquellas carreras que son más bien prolongación de las tareas domésticas quizás, tales como docencia, enfermería y otras, indicó.
Sesgos. “Haciendo una clasificación entre ambos géneros, en los encargos científicos, profesionales, intelectuales, hay una concentración similar. La diferencia surge en los cargos gerenciales, pues hay más hombres vinculados en ese grupo de actividad”, refirió.
Aclaró que en el sector privado es donde más suceden grandes diferencias e inequidades.
“Este hecho se explica, según las encuestas, porque en las empresas privadas prefieren a los hombres, pues ellos no requieren permisos, como los de maternidad o por los hijos que se enferman o por escolaridad”, apuntó.
En tanto que “en el sector público no existe un sesgo hacia los hombres, al contrario, en las instituciones públicas se busca luchar contra las diferencias”, señaló.
Puso como ejemplo que si se descontrata a una embarazada, toda una sociedad puede ir encima de esa situación, lo que puede no ocurrir en el privado, por ser más independiente.