El Paraguay es un país de muchos rostros y de realidades paralelas que provocarían la envidia de los más grandes autores de ciencia ficción.
Uno lo puede percibir fácilmente al comparar en estos días las portadas de los diarios o los discursos de la mayoría de los políticos, en donde cada uno dibuja su propio mapa y los altera según su conveniencia, ajusta sus propias leyes y corrige su propia Constitución, pero por sobre todo esa pulsión de dimensiones diferentes la sentimos en los ecos sordos de la realidad.
Mientras aquí discutimos y peleamos por el arbitrario plan del presidente Horacio Cartes y sus principales aliados, los senadores Fernando Lugo y Blas Llano, de forzar la Constitución para introducir la figura de la reelección, en una cama de hospital fallecía Celia Romero, tras una agonía de diez días al haber sido apuñalada por su ex concubino, convirtiéndose en la mujer número 36 que este año fue asesinada por su ex pareja, mientras en el Congreso se dilataba, se cambiaban palabras y se le restaba fuerza a la todavía pendiente ley de feminicidio.
Mientras discutimos por la reelección... en algún lugar en los montes de Concepción Edelio Morínigo cumple 897 días secuestrado por el grupo armado EPP, Abrahán Fehr 498 días, Franz Wiebe 144 días y Félix Urbieta 66 días, marcando un récord absoluto del más largo tiempo en que una persona sigue cautiva por secuestro extorsivo en el Paraguay y la primera vez en que cuatro compatriotas permanecen secuestrados al mismo momento, con una total ineficacia demostrada hasta ahora por el Estado para lograr la liberación y traer alivio a sus familias.
Mientras discutimos por la reelección... en la región del Chaco Paraguayo se siguen deforestando mil hectáreas de bosques al día según un estudio de Guyrá Paraguay, las que se convierten en desolados campos para pasturas de ganado y el cultivo mecanizado de soja, mientras el alterado clima nos azota cada vez más con fuertes lluvias y tormentas destructivas.
Mientras discutimos por la reelección... las avionetas cargadas con drogas y mercaderías de contrabando cruzan impunemente los cielos del país, los caudillos políticos financiados con el dinero sucio del narcotráfico extienden sus dominios y se posicionan en feudos territoriales y en círculos del Estado, comunidades campesinas e indígenas son expulsadas de sus tierras ancestrales y los ríos, lagos y arroyos se siguen contaminando con el uso de pesticidas.
Mientras discutimos por la reelección... hay también comunidades y grupos de pobladores que resisten a los modelos de autoritarismo y construyen proyectos solidarios. Hay jóvenes idealistas que se movilizan para ayudar a los demás. Hay emprendedores que se esfuerzan por aportar modelos de negocios con responsabilidad social, ayudando a diseñar un país distinto, a pesar de todo. Son los que nos contagian sus esperanzas.