En un ambiente distendido y antes de dirigirse a los habitantes que asistieron al acto, el mandatario repitió uno de los gestos que caracterizaron la campaña electoral de 2015 que lo condujo a la Casa Rosada el pasado diciembre tras derrotar a su rival kirchnerista, Daniel Scioli.
Después de que Macri admitiera en tono de humor que estaba “ofendido” por no haber sido contratado para cantar y bailar en la popular festividad nacional, un nutrido grupo de chicos de escuelas de la zona comenzó a pedirle entre aplausos que bailara encima del escenario.
“Si tuviese la música de Gilda la bailo”, dijo el mandatario en referencia a la popular cantante de cumbia tropical que falleció hace 20 años en un accidente de tráfico y sobre cuya vida se estrenó recientemente una película protagonizada por la actriz uruguaya Natalia Oreiro.
No obstante, para sorpresa del presidente, en la megafonía comenzaron a sonar los primeros acordes de “No me arrepiento de este amor”, uno de los temas más conocidos de la artista, lo que animó al presidente a mover los brazos y la cadera -e incluso cantar varias palabras- en un peculiar baile del que incluso existe un tutorial en YouTube.
El gobernador de Córdoba, el peronista Juan Schiaretti, y el intendente de Hernando, Gustavo Bottasso, participantes del mismo acto, también se animaron a acompañar al jefe de Estado en su incursión coreográfica.
El baile de Macri fue uno de los principales ingredientes humorísticos de la pasada campaña electoral: lo popularizó en muchos de los mítines que dirigió a los argentinos por todo el país e incluso llegó a repetirlo en uno de los balcones de la Casa Rosada el mismo día que asumió como presidente.
Ese día, el 10 de diciembre, incluso la vicepresidenta, Gabriela Michetti, se animó a cantar la canción micrófono en mano.