04 may. 2025

Los tres poderes del Estado están aplazados en credibilidad ciudadana

Los porcentajes de no credibilidad hacia el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial demuestran que la ciudadanía no está conforme con el trabajo de quienes conducen el país. Sondeo revela alto rechazo.

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Un estudio elaborado por la consultora CIES para Última Hora, Telefuturo y Monumental 1080 AM analiza la credibilidad ciudadana hacia los tres poderes del Estado, las instituciones públicas, entes autárquicos, autónomos, y gremios.

Los números obtenidos aplazan a los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial con un bajísimo porcentaje de credibilidad que no supera el 25% en los tres casos, y que en el peor de ellos trepa apenas al 17% de aceptación.

EL PEOR. El de menor índice de credibilidad es el Poder Legislativo, con apenas el 17% de credibilidad; 17,7% para la Cámara de Senadores y 18% para la Cámara de Diputados.

En el Congreso se desarrolla actualmente una discusión, más política que jurídica, sobre la posibilidad o no de incluir la figura de la reelección presidencial en la Constitución Nacional, dejando de lado temas como la elección del fiscal general del Estado, el juicio político a ministros de la Corte Suprema de Justicia y otros proyectos considerados importantes.

El porcentaje de rechazo es altísimo. Al 82,3% de los consultados no les parece creíble el Poder Legislativo. Un 0,7% no sabe o no responde.

LEVE DIFERENCIA. Dividiendo por cámaras al Congreso, el Senado tiene un 81,3% de descrédito, mientras que el nivel de gente que no cree en la labor de Diputados es de 80,5%.

DESCONFIANZA HACIA LA JUSTICIA. El Poder Judicial, instancia que finalmente decidirá sobre la posibilidad de que el actual presidente de la República y otros ex mandatarios puedan ser reelectos, tampoco tiene mucha credibilidad, ya que la consulta arrojó un 77,3% de gente que lo considera no creíble.

Solo un 21,9% cree en la institución encargada de impartir justicia, mientras que el 0,7% de los consultados no sabe o no responde.

La mora judicial y los fallos arbitrarios son temas que ponen a la ciudadanía contra este poder, que está en la mira por el juicio político a varios de sus ministros. Este punto está actualmente postergado.

EN LA MISMA LÍNEA. El Poder Ejecutivo, desde donde se alienta el plan reeleccionario para que Cartes siga en el poder, tampoco escapa al rechazo ciudadano, que le endilga la falta de atención y apoyo técnico-financiero a los sectores más necesitados, así como la precariedad en salud pública y, sobre todo, la inseguridad reinante.

El 75,8% de los consultados no cree en la gestión iniciada hace poco más de tres años.

El estudio arroja un escaso 23% de gente que sí cree en el Ejecutivo, mientras que un 0,5% no responde.


Ejecutivo y Legislativo sufren bajón este año

En comparación con un estudio similar realizado en el 2015, los poderes Ejecutivo y Legislativo, este año, tuvieron una disminución de la confianza ciudadana en sus respectivas gestiones.

Solo el Poder Judicial experimentó un repunte, aunque ello no lo ubica aún en un sitial de confianza, de cara a la ciudadanía.

El peor de los tres poderes, según el estudio de la consultora CIES, es el Legislativo.

El Congreso paraguayo arrojó el año pasado un 21% de gente que lo considera creíble, contra el 78,5% que lo califica como no creíble.

Esta desaprobación aumentó ya que este año los consultados que consideran creíble a los legisladores constituyen apenas el 17%, mientras que los que desaprueban su gestión treparon al 82,3%.

El Poder Ejecutivo tenía el año pasado un 25,9% de aprobación de su gestión contra el 73,1% de desaprobación.

Este año la aprobación de su gestión bajó al 23,7%, en tanto que el desacuerdo con su labor fue al 75,8%.

El Poder Judicial tenía el año pasado un 17% de gente que creía en su gestión contra el 81,7% que la consideraba insuficiente.

Este año, la entidad encargada de la Justicia tuvo un incremento en la aceptación de su labor, ya que el 21% de los consultados consideran creíble a dicho poder. Sin embargo, la aceptación sigue en niveles muy bajos.

Los que desaprueban a la Justicia eran el 81,7% en el 2015 y ahora son el 77,3%.