Fue recibido en el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi, procedente de Cuba en el avión presidencial de la Federación Rusa, por el ministro de Relaciones Exteriores, embajador Eladio Loizaga, quien estuvo acompañado por el director general de Ceremonial de Estado, embajador Genaro Pappalardo.
El primado de la Iglesia Ortodoxa Rusa, su santidad el patriarca de Moscú y de toda Rusia Kirill, estará con autoridades del Gobierno así como de la Iglesia Católica.
En la mañana realizará su primera actividad, la celebración de una santa misa en la Iglesia Ortodoxa Rusa de la ciudad de Asunción, a las 10.00, según el comunicado de la Cancillería.
En Mburuvicha Róga compartirá un almuerzo con el presidente de la República Horacio Cartes y el canciller Loizaga. Además, se prevé una reunión con el arzobispo de Asunción, monseñor Edmundo Valenzuela, pero el lugar aún no fue confirmado.
Monseñor Valenzuela destaca la importancia de la visita del patriarca Kirill como un gran paso en el ecumenismo y valora la riqueza de la fe de la Iglesia Ortodoxa, con quien la Iglesia Católica tiene más elementos de unión que diferencias, destaca un comunicado de la Conferencia Episcopal Paraguaya.
Entre las visitas que realizará su santidad el patriarca de Moscú y de toda Rusia, Kirill, es la oración por la paz de los difuntos, el encuentro con la comunidad rusa residente en Paraguay y descendientes, en el Círculo de Jefes y Oficiales Retirados, donde recibirá el saludo del ministro de Defensa Diógenes Martínez y del senador Miguel Abdón Saguier.
El martes seguirá su agenda, a las 09.00, en el Palacio de Gobierno, donde el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa de Moscú y toda Rusia será recibido con honores militares, para luego mantener un encuentro con el presidente de la República, quien estará acompañado por el canciller Eladio Loizaga. Se prevé su partida para las 12.00 y será despedido por el ministro Eladio Loizaga y por el embajador Genero Pappalardo.
El patriarca ruso se reunió con el papa Francisco en Cuba. En la histórica reunión firmaron una declaración conjunta que abrió un canal de diálogo y cooperación entre las Iglesias Católica y Ortodoxa, tras casi mil años de ruptura, según la agencia EFE.