17 sept. 2025

Lejos de casa, hospitales albergarán a pacientes y padres en Nochebuena

La primera Navidad lejos del terruño. El aroma a flor de coco es solo un recuerdo, el olor a medicina está impregnado en el aire, aunque los pasillos tienen adornos navideños; un pesebre, un árbol, adornan las dependencias del Hospital Pediátrico Niños de Acosta Ñu, en Reducto, San Lorenzo, para recibir la festividad de la Natividad del Señor.

Natividad.  Virginia Aguilar y Jorge León acompañarán a su hija Jennifer en la Nochebuena.

Natividad. Virginia Aguilar y Jorge León acompañarán a su hija Jennifer en la Nochebuena.

Entre agujas y sesiones de quimioterapia Analía Moray (10) pasará la festividad en el albergue del centro médico a miles de kilómetros de su hogar ubicado en el km 22 Monday, de Alto Paraná. El diagnóstico de un tumor en la rodilla la alejó de su hogar hace ocho meses. Junto a su madre Estelbina Brítez pasarán una Nochebuena lejos de su padre y seis hermanos, será diferente, pero estarán juntas.

“Hasta el sábado tendrá su sesión de quimioterapia”, relató con voz entrecortada su madre Estelbina. Analía recorre el albergue apoyada en sus muletas. Su pierna está enyesada y se aguarda la operación. Ella usará una prótesis de pierna cuyo costo ronda G. 40 millones y le será donada por la Fundación Santa Librada.

Mientras aguardan la llegada de la extremidad ortopédica, las fiestas de fin de año las vivirán en el albergue junto al pesebre hospitalario. No solo Analía y Estelbina tendrán una Navidad aquí, también otras familias esperarán las 00.00 del 25 de diciembre para celebrar la Natividad en el Acosta Ñu.

UN MILAGRO DE NAVIDAD. Un cardiodesfibrilador conectado a su corazón es lo que mantiene viva a Jennifer Lizzeth León Aguilar, de 8 años. Un donante de corazón es lo que aguarda la niña como regalo de Navidad. La paciente sufre de miocardiopatía restrictiva en fase terminal, que le produce arritmias cardiacas malignas que le puede provocar una muerte súbita. Sus padres, Jorge León Sosa y Virginia Aguilar, pasarán la festividad junto a su hija que está internada en terapia intensiva.

“Un corazón, ese es nuestro pedido. Si hay un donante, que la familia pueda hacer la donación. Ella está muy grave”, dijo Virginia Aguilar, que no pierde la fe de que pueda ocurrir un milagro de Navidad. “Santa Claus me va a traer para mi corazón”, es lo que repite frecuentemente con mucha fe Jennifer, quien se encuentra en grave estado. Solo un trasplante puede salvarle la vida en esta Nochebuena.

Estas son las vivencias de las familias que a las 00.00 de la Navidad brindarán entre suero y medicinas por el nacimiento del niño Jesús, mientras de fondo retumban los petardos.