El ex convencional constituyente Federico Callizo señaló que categóricamente los presidentes y ex presidentes no pueden ser senadores ni diputados activos por la letra y el espíritu de la Constitución Nacional. Manifestó que se creó la figura de senador vitalicio como una forma de mantener al presidente en el ambiente político pero a la vez controlar sus pretensiones de poder, los cuales señaló que hoy en día se basan en intereses sobre el dinero más que en la ética y la moralidad que requiere la República para su manejo, y puso como ejemplo el caso de Óscar González Daher.
“Tratamos en la Constituyente de ser lo más claro posible para determinar que el presidente de la República no puede dedicarse a ninguna actividad pública ya, o sea ser electo. En consecuencia, el presidente recibe como una medalla honorífica la senaduría vitalicia”, expresó Callizo.
El mismo sostuvo que la cuestión de fondo en los debates que surgieron para crear esta figura es la pretensión de dinero o poder del mandatario u otras figuras.
“Acá el tema de presidente, senador, diputado, lo que usted quiera, es pensar siempre en los guaraníes. Entonces, el constituyente consideró peligroso que un ex presidente sea senador, por ejemplo, y sirva para generar mayor discusión”, indicó.
Señaló que la carta magna no tuvo en cuenta la situación actual, o sea, que un presidente y un ex presidente buscan la senaduría activa.
Cambio. “Yo pienso que si se le hubiese dado mayor amplitud al artículo constitucional, o sea, colocar que el ex presidente pueda ser electo senador o diputado o cualquier otro cargo luego de transcurrir un periodo. De esta manera el ciudadano podría considerar que, habiendo sido presidente, puede desempeñar un buen papel en otro cargo”, expresó el ex convencional.
Dijo que la búsqueda en la construcción de la Constitución fue desarrollar un texto que garantice la ética y la moral en la función pública.
“Eso llevó a los constituyentes a quitarle todo beneficio posterior a un ex presidente. Yo soy partidario del título senador honorífico por un período y luego que pueda competir, buscando el principio de la igualdad, porque si un presidente, terminando su mandato, es candidato, es muy posible que use la política para hacer sus jugadas sucias, y eso es lo que se pretendió evitar en la Constituyente”, señaló.
Moralidad. Callizo dijo que la Constituyente buscó en todas sus disposiciones que el manejo del país se desarrolle con reglas éticas y morales, además de la seriedad que corresponde.
“No pensando permanentemente en el dinero, ahora mismo tenemos ejemplos bastante graves con algunos senadores, el caso de González Daher por ejemplo es un caso típico, y el mismo está aspirando a ser reelecto otra vez senador, y está número cinco en la lista”, cuestionó.
Calificó de grave la condición del país en materia de moralidad y ética en la política y en la función pública, y habló incluso de la falta de garantías jurídicas en el país por los malos manejos que se dan producto de las prácticas corruptas.
Habló de la necesidad de recuperar los valores de servicio y de honorabilidad en la función pública para que los políticos sirvan al país y no se sirvan de ella.