Hacer cine en Paraguay es una odisea más difícil que la que emprende Indiana Jones en busca del Arca perdida. En realidad resulta árido encarar cualquier proyecto artístico o creativo, ante el desdén o la ignorancia de las representaciones de nuestro Estado, pero en el caso del cine es aún más dramático por el alto costo económico que implica hacer una película, y porque en esta era de la imagen nada representa tanto a un país como su imaginario audiovisual.
A pesar de los pesares, ha surgido en estos años una generación de artistas del audiovisual que, contra viento y marea, está haciendo emerger un nuevo cine paraguayo que despierta interés a nivel internacional. Un cine que, con sus luces y sombras, éxitos y fracasos, cuenta nuestras historias, pone en pantalla nuestra identidad cultural y nos muestra ante el mundo.
En esta semana, dos de esos tenaces cineastas, al frente de un batallador equipo, nos vuelven a sorprender gratamente con lo que se puede lograr cuando hay talento, pasión y férrea voluntad para hacer bien las cosas.
Los directores Juan Carlos Maneglia y Tana Schémbori ya nos habían maravillado hace cinco años, cuando nos revelaron su ópera prima, la estupenda película 7 Cajas, que batió récords de taquilla, cosechó importantes premios en festivales internacionales, pero por sobre todo permitió reconocernos en ese singular thriller rodado en pleno Mercado 4, con personajes arrancados de nuestro propio vecindario, sintiendo que ese pintoresco y folclórico escenario en el que hacemos nuestras compras cotidianas, podía volverse materia aventurable con proyección universal.
Ahora, Tana y Juanca redoblan la apuesta con su nueva película, Los buscadores, que desde este jueves se exhibe comercialmente en la mayoría de las salas de cine del país. Se nota que han crecido profesionalmente y esta nueva obra tiene una mayor calidad técnica, en todo sentido: guion, fotografía, música, dirección actoral, montaje, efectos especiales, vestuario...
Esta vez se rescata uno de los mitos más vigentes en la cultura popular campesina guaraní: la búsqueda de la plata yvyguy, o del tesoro enterrado en épocas de la Guerra de la Triple Alianza. Siguiendo un viejo mapa del abuelo, el canillita Manu y sus amigos inician su propia aventura a lo Indiana Jones por las calles de la Chacarita y el centro de Asunción, enfrentando peligros con vertiginosas carreras en moto o bicicleta, con toques de humor que arrancan carcajadas en la platea.
Tana y Juanca lo han hecho de nuevo. Los buscadores es probablemente la película paraguaya mejor lograda hasta ahora como producto de una industria audiovisual emergente, a pesar de la falta de apoyo estatal institucional y de una reclamada Ley de Cine que sigue durmiendo en el Congreso. Por sobre todo, es la muestra de lo que los paraguayos somos capaces de hacer, esa plata yvyguy que el cine nos ayuda a encontrar.