En su 42 edición, las modelos internacionales, como la brasileña Gisele Bündchen, salieron de la escena y la Semana de la Moda abrió el paso a una corriente más popular, inspirada en las comunidades más humildes de Brasil.
Marcada por la crisis económica, la pasarela paulista abandonó el lujo y se fue hasta las zonas periféricas de Sao Paulo, donde el cantante de hip-hop Emicida y su hermano, Evandro Fiotti, presentaron la colección de su marca LAB (Laboratório Fantasma), bajo la dirección artística del estilista de moda João Pimenta.
“La Fashion Week habla sobre moda, belleza, pero moda también es actitud, estilo de vida. No es necesario estar en la pasarela para que sea moda y es importante mostrar eso a los niños”, explicó Emicida a Efe.
A diferencia de otros desfiles, las tribunas no estuvieron ocupadas por “bloggers”, sino por un grupo de niños de un barrio humilde llamado, paradójicamente, “Vila das Belezas” (Villa de la Belleza), situada en la zona sur de Sao Paulo, un punto clave donde confluye la clase pobre y rica de la mayor metrópoli suramericana.
Tampoco hubo ángeles de “Victoria Secret”, esta vez los modelos fueron los jóvenes de este barrio, que lucieron una línea de pantalones holgados, con estampados y colores fuertes.
Los accesorios negros, blancos, grises y rojos, así como las gorras, las cadenas, los zapatos grandes y las camisas sueltas, prendas genuinas del hip-hop, también fueron los protagonistas de esta cita con la moda.
La iniciativa de llevar la alta moda al extrarradio supuso un “hito” en los 22 años de historia de la Semana de la Moda de Sao Paulo, según destacó el director de la Fashion Week paulista, Paulo Borges.
“Esto demuestra un proceso de transformación de la moda local. La idea es introducir en el debate que la distancia entre el centro y la periferia no existe”, recalcó.
Los cantantes de hip-hop trasladaron la esencia de las clases más humildes hasta el corazón neurálgico de la Semana de la Moda, que se celebró en uno de los pabellones del parque Ibirapuera.
Emicida dejó de lado los padrones de belleza, apostó por los negros, la informalidad y los modelos que no tienen preocupación por desfilar.
El rap marcó el ritmo del desfile, en el que los chicos combinaron las propuestas de LAB y Joao Pimenta con sus propias vestimentas.
“Es urgente que todas las personas disfruten de la cultura brasileña más allá de los ambientes en los que la elegancia predomina. Les pertenece a ellos también”, completó Emicida.
A pesar de la austeridad de esta nueva edición, el ambiente en el pabellón Arena del Parque Ibirapuera, situado en una de las zonas más exclusivas de Sao Paulo, contrastó con el de la periferia de la urbe paulista.
Sobresalieron las gafas de sol y los sombreros con formatos llamativos y nada casuales. Y como en cada edición de la Semana de la Moda, también hubo “selfies” realizados por consultores para indicar el “look de día” que puede ser tendencia.
La moda de la comunidad propuesta por Emicida, sin embargo, no tiene tejidos tecnológicos o brillantes, quiere centrarse en la sencillez con la que se visten los residentes y en el sentido social de sus prendas.
“Lo más importante de todo es el desafío de convencer a Brasil de que lo bueno también viene de nosotros”, declaró el hermano de Emicida.
Isadora Camargo