Además, según este departamento, Alemania cerró el conjunto de sus cuentas públicas en 2016 con un superávit de 19.200 millones de euros, lo que equivale al 0,6 % del producto interior bruto (PIB) de la mayor economía europea.
“Alemania se mantiene en la senda del crecimiento”, aseguró al presentar estas cifras en rueda de prensa en Berlín el presidente de Destatis, Dieter Sarreither.
El incremento del PIB alemán se fundamentó en el consumo interno (que avanzó un 2 %), el gasto público (que repuntó un 4,2 %), y la construcción (que creció un 3,1 %), y supera ligeramente la última previsión de crecimiento del Gobierno alemán.
El aumento del consumo interno, la “fuerza guía” del PIB, según Sarreither, se basa en el buen comportamiento del mercado laboral, caracterizado por la creación de empleo y el incremento de los salarios.
El repunte del gasto público se debe, en gran medida, a las partidas dedicadas por el Gobierno central y los regionales y locales para copar con la masiva llegada de refugiados al país.
El crecimiento de las importaciones (3,4 %) superó al de las exportaciones (2,5 %), aunque cuantitativamente estas últimas fueron mayores.
Este avance del PIB es ligeramente superior a los registrados en 2015 y 2014, cuando la economía alemana creció un 1,7 % y un 1,6 %, respectivamente, y se sitúa claramente por encima de las tasas de 2013 (0,3 %).
De estas cifras se desprende que la economía alemana recuperó en los últimos tres meses del año algo del ímpetu de la primera mitad del año y superó el frenazo experimentado entre julio y septiembre.
Alemania creció un 0,7 % en el primer trimestre y un 0,4 % en el segundo, pero apenas avanzó un 0,2 % en el tercero.
Destatis comunicará el 14 de febrero el crecimiento del PIB en el cuatro trimestre y los resultados definitivos del conjunto del ejercicio previo.
