Según la información, en agosto de 2016, dos meses después de las elecciones presidenciales que Keiko perdió frente a Pedro Pablo Kuczynski, el 38 % de encuestados reprobaba su desempeño, un porcentaje que hoy llega al 55 %.
Su aprobación es del 39 %, mientras que el 6 % prefiere no opinar, según una encuesta de GfK hecha a 1.238 personas en las zonas urbanas y rurales del país, del 18 al 22 de marzo, y que tiene un margen de error de 2,8 %.
El estudio también señaló que la desaprobación a Kenji Fujimori, el hermano menor de Keiko y candidato más votado al Congreso en los comicios generales de abril pasado, llega al 65 %, mientras que el 26 % lo apoya.
La encuesta también indicó que actualmente Keiko Fujimori es reconocida como la líder del fujimorismo, incluso por encima de su padre, el encarcelado expresidente Alberto Fujimori (1990-2000).
El gerente general de GfK, Hernán Chaparro, explicó que en enero de 2016 “Alberto Fujimori destacaba con un 57 % de menciones versus un 42 % que nombró a Keiko”.
Sin embargo, agregó, “hoy la figura se invierte y la hija es reconocida como líder, actitud que se refuerza un poco más si se incluye entre los evaluados a Kenji”.
“Si bien el llamado antifujimorismo ha disminuido, las evaluaciones sobre la perfomance actual de la agrupación muestra un cuadro en donde disminuyen las posiciones intermedias y aumentan las opiniones de ambos extremos”, refirió.
Chaparro dijo que si bien casi la mitad del país se muestra indiferente frente a los partidos, el fujimorismo, con casi una cuarta parte de simpatizantes declarados, es el movimiento que mayor simpatía genera.
El analista Juan de la Puente señaló, al respecto, que el fujimorismo es “un movimiento, más vasto que los alcances de Fuerza Popular” que, sin embargo, “ofrece percepciones fragmentadas desde la opinión pública”.
“Las percepciones se mueven lentamente; desde el año 2013 disminuye muy poco el porcentaje de personas que cree que el fujimorismo es el mismo y aumenta también poco el de quienes piensan que ha cambiado. Este juego atenaza su futuro”, explicó.
Para De la Puente “su expansión también tiene límites en las clases medias y altas” y a Fuerza Popular “le está costando ser una oposición que contente a la sociedad”, desde la posición de dominio que tiene en el Congreso, donde ocupa 73 de los 130 escaños.
Desde que Alberto Fujimori fue condenado en 2009 a 25 años de cárcel por delitos de lesa humanidad y corrupción, su hija Keiko asumió el liderazgo de su movimiento y ha postulado en dos ocasiones, sin éxito, a la presidencia de Perú.
