Por Andrés Colmán Gutiérrez | @andrescolman
Video: Ylda R. Miskinich
Miles de personas que concurrieron el año pasado a las celebraciones de Semana Santa en Tañarandy se sorprendieron al enterarse de que la tradicional procesión entre candiles de apepu y antorchas de tacuara, desde la capilla local hasta el anfiteatro de La Barraca, a lo largo de los casi 3 kilómetros de la calle principal de tierra, conocida como el yvága rape, no se iba a realizar.
En esa ocasión, la procesión se realizó durante un trayecto mucho más corto, dentro de los límites del terreno de la Fundación La Barraca, propiedad de la Familia Ruiz, y con un número mucho más reducido de candiles y antorchas.
En su momento, se atribuyó la situación a un “cambio” en la modalidad organizativa, pero en realidad obedeció a un conflicto desatado meses antes con un grupo de pobladores de Tañarandy, que se oponían a la continuidad de las celebraciones dirigidas por el pintor Koki Ruiz, acusando que las mismas “frenaban el progreso” de la comunidad, ya que evitaban que la calle principal sea asfaltada.
“Lo que pasó en esa oportunidad nos preocupó principalmente a los jóvenes pobladores, porque significaba que íbamos a quedar marginados de tan importante celebración, que le había dado fama mundial a nuestra comunidad. Por eso decidimos involucrarnos en lo que estaba pasando”, destaca Nathalia Duré, la actual presidenta de la Junta Vecinal de Tañarandy.
Ella, quien desde muy niña participa de las celebraciones, se sintió molesta por la actitud del grupo contrario. “Eran personas que ni siquiera son pobladores antiguos, algunos se han mudado hace poco tiempo y nos querían imponer sus reglas. Entonces decidimos hacer una campaña para ganar las elecciones de la comisión vecinal y tomar nosotros el mando del destino de nuestro pueblo”, explica.
Asumiendo el control
Hace poco más de un mes, el grupo de jóvenes con respaldo de varios pobladores pioneros participó de la asamblea de renovación de autoridades de la Junta Vecinal, logrando una resonante victoria en las urnas.
“Lo primero que hicimos fue reunirnos con el señor Koki Ruiz y decirle que deseábamos que este año, el Viernes Santo, se vuelva a hacer la procesión desde la capilla, con la imagen de la Virgen de los Dolores, y que por primera vez nosotros queríamos encargarnos de la organización”, explica Nathalia.
Ruiz, quien en años anteriores se había encargado personalmente de dirigir esta actividad, se quedó encantado y les cedió el relevo.
“Este año, por primera vez, habrá un grupo de estacioneros exclusivamente de Tañarandy, que iremos cantando desde la capilla. Trabajaremos en ayudar a coordinar el encendido de los 20.000 candiles de apepu y las antorchas durante todo el camino, como se hacía en años anteriores”, explica la joven dirigente vecinal.
De este modo, en la tarde de Viernes Santo, los visitantes tendrán varias actividades en las que podrán participar.
Quienes decidan ir hasta la capilla de Tañarandy podrán participar del encendido de los candiles y acompañar a la procesión de la Virgen de los Dolores, asistiendo a los encuentros de estacioneros durante el trayecto. Quienes permanezcan en el anfiteatro de La Barraca podrán apreciar el nuevo retablo y asistir a un concierto de coros, mientras esperan que llegue la procesión.