El documento sostiene que la Triple Frontera se ha convertido en un centro regional de fusión criminal donde los políticos corruptos trabajan con los carteles de la droga de Bolivia, Colombia, México y Brasil, así como los grupos del crimen organizado de China, junto con una gran comunidad mercantil libanesa, parte de la cual da apoyo a Hezbollah.
El informe, elaborado por Vanessa Neumann y Stuart Page (de Asymmetria), miembros de la red de investigación de la Dirección Ejecutiva del Comité contra el Terrorismo del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, señala que el comercio que fluye desde Paraguay al área de la Triple Frontera está habilitado por la estructura política que proviene de la ciudad de Asunción creando puntos débiles y grises en sus agencias.
La investigación sostiene que Ciudad del Este es el núcleo del comercio ilícito de la región y que se estima que setenta por ciento de todos los bienes comerciados evaden la supervisión oficial.
“Funciona como el centro autónomo del lavado de dinero, que beneficia a los funcionarios locales de los tres países, así como grupos criminales y grupos terroristas de todo tipo. Los grupos comerciales dominantes en la ciudad son chinos y libaneses”, expresa, al tiempo de añadir que Ciudad del Este operacionaliza las estrategias diseñadas en Asunción.
SIN VIGILANCIA. El documento también realiza una mención especial del aeropuerto internacional Guaraní de Ciudad del Este. Remarca que está muy aislado, con muy pocos vuelos y no tiene seguridad de la que hablar. “El equipo observó a un joven en una motocicleta en el punto de control a la entrada de los terrenos del aeropuerto, sin cámaras de vigilancia, y los únicos oficiales de seguridad de la aviación eran privados. Ningún policía, que debería estar a cargo de las tareas domésticas como el control del contrabando, fue visto”, describen Neumann y Page en su informe.
Mencionan que un empleado del aeropuerto les confirmó que reciben aviones de carga de China con un contenido desconocido, el 99% de los cuales se envían a Brasil a través de Ciudad del Este y Foz de Iguazú.
“Nuestro equipo de observación vio uno de estos aviones (un Boeing 747) mientras viajaba por el aeropuerto. Estaba lejos de la terminal. Dos aviones similares cada semana aterrizan en el aeropuerto Guaraní: uno de China y otro de Dubái”, continúa el informe.
Hicieron también mención que, según el empleado del aeropuerto que vive en la zona, el comercio ilícito de cigarrillos desde Paraguay es dirigido por el propio presidente Horacio Cartes y que el Ejército es cómplice. Tabesa, propiedad del jefe de Estado, es una fábrica que está cerca de la frontera, y las cajas se envían en la noche, envueltas en plástico negro. “El avión también se usa para devolver contrabando y dinero en efectivo a Asia”, puntualiza el documento internacional.