La propuesta de crear un arancel específico a la comercialización de cigarrillos y destinarlo a la salud (como también a educación y las Condeni) es un beneficio para el país, según el ex viceministro de Salud Dr. Édgar Giménez, quien recordó que las estadísticas demuestran que de las 38.000 muertes que se producen al año, el 50 % se debe a enfermedades crónicas no transmisibles que están directamente relacionadas con el consumo del tabaco. De estos, el 33% se debe al cáncer y enfermedades cardiovasculares.
“Tenemos una carga de mortalidad muy alta relacionada directamente con el tabaco y las enfermedades causadas por esta representan para el Estado 1,5 billones de guaraníes, más de 350 millones de dólares al año. Actualmente lo que se recauda solo cubre el 20%. Hay un desbalance entre el costo de salud y lo que se recauda”, dijo el profesional.
Expresó que la ley tiene un alcance sanitario y financiero. Este último, por ejemplo, ayudaría a ampliar el Programa de Atención Primaria de la Salud para el fortalecimiento y expansión de sus Unidades de Salud de la Familia (USF), pues se destinaría el 10% del impuesto al tabaco. “Hay 800 USF y se requieren 2.000”.
Giménez dijo que le sorprende que en este momento el debate se da entre tres actores: legislativo, la sociedad civil (incluidos los medios de prensa) y los tabacaleros, estando ausente el Ministerio de Salud, que salvo sus técnicos que han aportado evidencias que respaldan el aumento al impuesto al tabaco, no ha impulsado ni liderado el proyecto ni ha emitido una posición oficial.