Dos personas, un hombre y una mujer, fueron asesinadas a tiros en un hospedaje de San Ignacio, Departamento de Misiones, aparentemente por la ex pareja de una de las víctimas.
El doble homicidio se registró en el interior del Hotel Tía Marina, propiedad de Graciela González (36), la asesinada, que se encontraba en compañía de su actual pareja, Antonio Espinoza, quien también falleció.
El supuesto autor es el ex concubino de la mujer, Santiago Silvero Torres (64), quien habría actuado movido por los celos.
Los cuerpos tendidos en el piso, ensangrentados, fueron encontrados en la noche del miércoles, alrededor de las 22.30, por la hija de la mujer. La adolescente, de 16 años, minutos antes de lo sucedido había llegado hasta el hotel donde se encontraba la madre con su actual pareja, para visitarla, y al salir del lugar se cruzó con su padre, Santiago Torres, quien ingresaba raudamente a una de las habitaciones con un arma de fuego en la mano. La joven escuchó el estallido de los disparos y comenzó su desesperación, que aumentó aún más cuando volvió al hotel y encontró la terrible escena: el cuerpo de su madre, ya sin signos de vida, y también la de su actual pareja.
En medio de llantos de desesperación, la joven llamó a la Comisaría 3ª de San Ignacio avisando que su padre, a quien señaló como el autor de los hechos, se había escapado del lugar a bordo de un vehículo.
Desde entonces, el hombre está siendo buscado por la Policía.
prófugo. Fuentes de la citada comisaría informaron ayer de tarde que todavía estaban en búsqueda del sospechoso y que para ello recibían la colaboración de agentes de toda la zona de Misiones, de modo a lograr su detención.
El fiscal César Alberto González imputó ayer a Santiago Silvero Torres y libró orden de detención contra el sospechoso. También llamará a declarar a los testigos y otras personas que se encontraban en las inmediaciones del hotel.
El médico forense Félix Fornerón, luego de inspeccionar los cuerpos de las víctimas, reveló que ambos murieron a causa de un shock hipovolémico producido por herida de arma de fuego, y traumatismo de cráneo, también producido por herida de bala.
Los cuerpos fueron entregados a los familiares, para sus respectivos duelos.