Se disputaba el partido de ida por la final entre General Samaniego de Antequera contra Libertad de San Pedro de Ycuamandyyú poco antes de que ocurra el siniestro.
Ganaba el equipo de Libertad y a los 94 minutos, ya en tiempo adicional empató General Samaniego, pero el gol fue anulado por el árbitro Esteban Amarilla. Tal acción desató la furia de los aficionados antequereños. Los arbitrantes se salvaron de la furia al ser rescatados por la Policía Nacional. Sin embargo, la historia no termina ahí.
El partido concluyó con la mínima diferencia de 1 - 0 a favor de Libertad. Minutos después de darse esta victoria, patrulleras policiales fueron destruidas, aparecieron varias bombas, balines de goma y gas lacrimógeno.
La Policía Montada tuvo que intervenir para tratar de controlar a los aficionados en este partido que se disputó en Antequera.
Varios efectivos policiales sufrieron golpes. En ese sentido, el jefe de Policía de San Pedro, el comisario principal Miguel Orué, fue uno de los que se internaron a causa de los golpes.
Piedras de diferentes tamaños quedaron dentro de la patrullera policial tras el fuerte disturbio.