Una de sus hijas, Ana María Careaga, está camino al país, mientras que su hermana Mabel ya se encuentra en Paraguay a la espera de la visita papal. La tercera hija, Esther, se encuentra en Suiza y no podrá asistir a las celebraciones.
En comunicación con Radio Monumental AM recordó que su madre era jefa del Papa, cuando este era seminarista y se desempeñaba como técnico de laboratorio. En varias ocasiones, Bergoglio dijo que la mujer marcó una huella en él y que le dejó un legado.
Careaga califica a su madre como una militante de la vida. Si bien nació en Uruguay, pasó gran parte de su vida en Paraguay. Pertenecía al Partido Revolucionario Febrerista pero, tras la persecución durante el gobierno de Higinio Morínigo, tuvo que ir a Argentina.
Allí tuvo tres hijas. El marido de una de ellas fue secuestrado por el Gobierno y posteriormente también fue llevada Ana María el 13 de junio de 1977, quien permaneció en un centro clandestino de detención denominado Club Atlético.
Esther fue una de las fundadoras de Madres Plaza de Mayo. En ese mismo año fue secuestrada junto con una religiosa francesa y otras dos madres. Sus cuerpos fueron identificados recién en el 2005.
Ana María y Mabel esperan con ansias ver al Papa, pues para ellas se trata de un lazo histórico.