El brasileño, quien fue presidente del máximo organismo del fútbol mundial de 1974 a 1998, estaba internado en el hospital Samaritano de Río de Janeiro para un tratamiento pulmonar y en los últimos años empeoró en su estado de salud.
Ayer por la tarde, Havelange fue enterrado en el cementerio carioca de Botafogo en una ceremonia íntima a la que asistieron familiares, amigos y dirigentes del fútbol brasileño, entre ellos, el ex presidente Ricardo Teixeira y el actual Marco Polo del Nero.