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WASHINGTON - EEUU
Un grupo que se adjudicó la filtración de herramientas de ciberespionaje de la estadounidense Agencia Nacional de Seguridad, entre ellas las usadas en el reciente ciberataque global, dijo que planea vender un código que permite hackear las computadoras, el software y los teléfonos más usados del mundo.
Usando un inglés confuso, el grupo Shadow Brokers dijo que, desde junio, comenzará a brindar software a quien esté dispuesto a pagar para tener acceso a algunos de los mayores secretos comerciales del mundo tecnológico.
En un blog, el grupo dijo que estaba planeando un lanzamiento mensual de datos y que podría ofrecer herramientas para ingresar a buscadores de internet, routers, auriculares para teléfonos, además de nuevas herramientas para irrumpir en Windows 10 e información robada de bancos centrales. Además, indicó que planea vender acceso a vulnerabilidades previamente no reveladas, conocidas como días cero, que podrían ser usadas para atacar el software más reciente de Microsoft Corp, el Windows 10. El mensaje no identificó a otros productos por nombre.
Shadow Brokers también amenazó con liberar información sobre bancos usando la red internacional de transferencia de dinero SWIFT y de los programas misilísticos y nucleares de Rusia, China, Irán y Corea del Norte, sin dar otros datos. “Mas detalles en junio”, prometió el grupo.
Las herramientas de hackeo que pertenecerían a la Agencia Nacional de Seguridad de EEUU (NSA) y que fueron filtradas online el mes pasado se usaron para construir el virus informático WannaCry –también conocido como WannaCrypt– que afectó a decenas de países el viernes.
La NSA no realizó comentarios sobre Shadow Brokers desde que el grupo surgió el año pasado, o sobre el contenido de las filtraciones. No respondió a varios pedidos por comentarios acerca del ciberataque. Una portavoz de Microsoft dijo que la compañía preparaba una respuesta. Microsoft vinculó irrupciones a sus productos divulgadas por el misterioso grupo Shadow Brokers con herramientas que fueron robadas a operaciones de guerra cibernética de la NSA.
se frena. El ciberataque del virus WannaCry avanzaba de forma más lenta ayer, sin que se hayan reportado grandes infecciones, mientras la atención se desviaba a las implicaciones de una seguridad informática laxa para la inversión y las políticas gubernamentales.
Ayer había 213.000 máquinas infectadas en 112 países, según la firma de seguridad checa Avast, lo que lo convierte en uno de los mayores ataques coordinados contra computadoras de todo el mundo. Los países más afectados eran los mismos del viernes: Rusia, Taiwán, Ucrania e India, según Avast. El número de infecciones cayó de forma dramática desde el pico del viernes, cuando resultaban contagiados más de 9.000 equipos por hora. Al mediodía de la Costa Este estadounidense, las nuevas infecciones habían caído a unos pocos cientos de aparatos y seguían declinando, indicó Avast.
Compañías y gobiernos pasaron el fin de semana actualizando software para limitar la propagación del virus.