El documento fue presentado tras el crimen de Pablo Medina y Antonia Almada en Curuguaty, el 16 de octubre de 2014.
“Tenemos sobre la mesa del Ministerio del Interior (ministro Francisco de Vargas) y en la mesa de la Comandancia de la Policía Nacional (comandante Críspulo Sotelo) un protocolo de seguridad para periodistas en situaciones de riesgo o amenaza, pero hasta hoy día no ha sido firmado ni implementado”, comentó el secretario del SPP, Santiago Ortiz.
El protocolo fue trabajado con elementos de la Policía Nacional, y hace un año y medio que está finiquitado, pero las autoridades no firmaron aún el documento.
Desde Santiago Leguizamón hasta hoy, ya 17 trabajadores de prensa fueron asesinados por el ejercicio del periodismo. Según Ortiz, en general hay impunidad por los crímenes de comunicadores, porque hay casos que ni siquiera están registrados en el Ministerio Público.
“Esto (que asesinatos no sean esclarecidos) es un mensaje de la mafia y el poder que asesina, es un mensaje de silencio para los comunicadores. Estos crímenes nos muestran que tienen impunidad”, aseveró Ortiz.