El desplazamiento de los labriegos desde el Ex Seminario Metropolitano hasta el Congreso transcurrió sin incidentes. Alrededor de 6.000 campesinos, según la Policía Nacional, marcharon por las calles de Asunción en la 23.ª Marcha del Campesinado Pobre.
El principal pedido de los manifestantes es la reforma agraria, que vienen exigiendo desde la primera marcha. Asimismo, solicitaron la renuncia de Cartes y pidieron que cesen los casos de feminicidio.
La marcha campesina sumó varios adherentes de distintas organizaciones y partidos políticos, como el Partido Paraguay Pyahurã (PPP), el Partido Comunista Paraguayo (PCP) y la Coordinadora de Organizaciones Sociales y Comunitarias de los Bañados de Asunción (Cobañados).
El desplazamiento fue custodiado por efectivos de la Policía Nacional y de la Policía Municipal de Tránsito de Asunción durante todo el trayecto hasta la Plaza de Armas, donde ahora se encuentran los labriegos.
Según Eduardo Ojeda, de la Corriente Sindical Clasista, se está preparando una huelga general.
Por su parte, Marcial Gómez, de la Federación Nacional Campesina, la organización convocante, expresó al llegar frente al Congreso que “somos ejemplo de lucha, dignidad y perseverancia. Si Cartes no nos hizo retroceder, ni la militarización, menos nos hará retroceder el sol”.
Por su parte, Teodolina Villalba, titular de la FNC, manifestó que el campesinado una vez más llega a Asunción porque es abusado por la política del Gobierno de Cartes. “Los campesinos vivimos endeudados, no tenemos salida para nuestra producción. Entendemos que esto nos hacen a propósito. Nos quieren ver pobres y ellos disfrutar de su riqueza”, expresó.
Los participantes de la marcha también lanzaron consignas contra los latifundios y el denominado modelo productivo agroexportador, que destina grandes extensiones de terreno al cultivo de productos agrícolas para la exportación, como la soja, planta de la que Paraguay es el cuarto exportador a nivel mundial.