La fiscala comunicó sobre la orden de detención al comandante de la Policía Nacional Críspulo Sotelo. Pérez Corradi, una vez detenido, deberá presentarse ante dicha representación fiscal.
El pasado viernes fue designado como nuevo jefe del Departamento de Identificaciones de la Policía Nacional al comisario Clemente Espínola Delvalle, quien reemplaza en el cargo al comisario Gilberto Gauto. Esto se dio luego de comprobarse que Pérez Corradi consiguió tres cédulas originales, pero de contenido falso, además de pasaportes, también originales, pero con datos falsos.
También fueron detenidos dos suboficiales que, supuestamente, estarían implicados en la expedición del documento de identidad falso, los mismos fueron identificados como Luis Gonzalo González y César Nicolás Benítez Meza, que ya fueron trasladados a la unidad de la Agrupación Especializada de la Policía Nacional.
El hombre buscado por el tráfico de efedrina y el homicidio de tres de sus socios en General Rodríguez, Argentina, ahora viviría tranquilamente en suelo paraguayo bajo la identidad de Walter Miguel Ortega Molinas y tendría 36 años. Esta sería una de las tres identidades del capo de la mafia de las drogas químicas.
No obstante, el verdadero Walter Ortega había fallecido el 24 de noviembre de 2002 en Fernando de la Mora, cuando fue embestido por un automóvil mientras circulaba a bordo de una motocicleta.
El reporte indica también que el 4 de agosto de 2015 le confeccionaron el documento a Pérez Corradi. Extraoficialmente trascendió que el pago por la cédula sería de USD 200.000 a los agentes de la Policía. Este documento fue entregado al capo de la efedrina ya cuando Interpol había dictado la orden de captura internacional.
Por su parte, el medio argentino ARG Noticias señala que la cédula de identidad emitida fue firmada por el comisario Gilberto Gauto Ramírez, jefe del Departamento de Identificaciones, quien depende de forma directa de la Dirección General de Apoyo Técnico, a cargo del comisario Bartolomé Báez López. Este medio argentino también salpica al comandante de la Policía, comisario general Críspulo Sotelo, en la emisión del documento.