Para los familiares de las víctimas, las actividades turísticas que se realizan ahora en el enclave y en el que incluso se instaló un hotel “es una ofensa a la memoria de sus seres queridos asesinados en el recinto”.
“Las actividades turísticas son una ofensa a la memoria de nuestros seres queridos asesinados en el recinto, así como a la memoria de los niños violados y abusados por décadas por Paul Schaffer, el fundador de la secta”, señalaron dirigentes de las agrupaciones de familiares de detenidos desaparecidos de la región del Maule, en el sur de Chile.
En la actualidad, el feudo de unas 16 mil hectáreas es explotado por diversas empresas formadas por los colonos alemanes para evitar el traspaso de sus bienes cuando el presidente Patricio Aylwin (1990-1994), le canceló la personalidad jurídica a Colonia Dignidad como organización de beneficencia.
Los familiares recordaron que la historia de la secta de Colonia Dignidad constituye un capítulo negro de la historia reciente de Chile por cuanto durante diversos gobiernos fue un “Estado dentro de otro Estado”.
Myrna Troncoso presidenta de la Agrupación en la ciudad de Talca manifestó que “es una vergüenza que un lugar que fue centro de torturas y aniquilamiento de personas como hoy lo reconoce todo el mundo, sea hoy un complejo turístico”.
Por su parte Gabriel Rodríguez, vocero de las víctimas hizo un llamado directo “a la gerente de turismo del enclave para que deje de ofender a las víctimas chilenas y alemanas de Colonia Dignidad con sus fiestas y su circo”, dijo.
“Dada la enorme riqueza acumulada a través de delitos como el tráfico de armas y el trabajo esclavo hasta de los niños, no necesitan recurrir a algo tan ofensivo para financiarse”, agregó.
La Colonia fue fundada en 1961 por el exsuboficial nazi Paul Schaefer, y con el tiempo se convirtió en un enclave, donde los colonos vivían encerrados y sus dirigentes no cumplían las leyes.
Además, durante la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990), sirvió como campo de prisioneros, torturas y asesinatos de la policía secreta.
Al morir en 2010, Schaefer estaba condenado a más de 20 años de prisión por violación y abuso sexual de menores y por infracción a la ley de armas y explosivos, además de procesado en otras causas por violaciones a los derechos humanos.
Los familiares de las víctimas del enclave alemán, dijeron a los periodistas que este domingo a mediodía terminarán con una peregrinación y cierre simbólico del recinto.
