03 may. 2025

Familia que acogió a Cruz no sabía que era un “monstruo”

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Nikolas Cruz ha sido acusado de 17 asesinatos premeditados, el joven había padecido problemas de salud mental en el pasado. Foto: lavanguardia.com.

AFP

WASHINGTON - EEUU

La familia que acogió en su casa a Nikolas Cruz, autor de la matanza en un instituto de Florida que dejó 17 muertos, explicó que era un joven extraño, pero que nunca pensaron que se tratara de un “monstruo”. “Teníamos a este monstruo en casa y no lo sabíamos”, dijo Kimberly Snead, una enfermera de 49 años al periódico de Florida Sun Sentinel.

Nikolas Cruz, de 19 años, fue a vivir en noviembre pasado a la casa de James y Kimberly Snead, una pareja de Parkland (Florida), tras la muerte de su madre de una neumonía. Cruz se había quedado sin padres y era amigo del hijo de los Snead, que aceptaron albergarlo.

Cuando se instaló, “le dije que habría reglas en casa y las siguió a rajatabla”, explicó James Snead, de 48 años, un veterano del ejército estadounidense y experto en inteligencia militar.

El miércoles Cruz asesinó a 17 personas en el instituto Marjory Stoneman Douglas de la ciudad de Parkland, en el norte de Miami. El año pasado había sido expulsado de ese mismo instituto por razones disciplinarias. Cruz usó un fusil semiautomático AR-15 que compró legalmente y poseía otras armas, entre ellas, dos fusiles de asalto y varios cuchillos, según la familia Snead, que también tiene armas en casa.

La masacre de Parkland es la más grave en una escuela en EEUU desde la de la escuela Sandy Hook en 2012, donde murieron 26 personas, en su mayoría niños.

FBI estaba al corriente. El FBI, la policía federal estadounidense, recibió en enero una advertencia detallada explicando que Nikolas Cruz tenía un arma, un comportamiento inestable y publicaba mensajes en las redes sociales hablando de provocar una matanza en su instituto. A pesar de ello, el FBI no tomó ninguna medida.

Según la familia Snead, Cruz era solitario, con un comportamiento extraño y socialmente inadaptado, pero que no mostraba signos de violencia. “Era muy inocente, no era tonto, solo inocente”, recuerda James Snead.

Según la familia que lo acogió, no sabía cocinar ni lavar la ropa ni ordenar sus cosas ni tampoco usar un horno microondas. También le gustaba mezclar queso y galletas en un mismo bocadillo y siempre se iba a dormir a las 20.00.

Cruz era un joven solitario, que soñaba con tener novia y estaba deprimido por la muerte de su madre, dijeron los Snead al Sun Sentinel. También les explicó que había visto a un reclutador militar y quería alistarse en el ejército.