Se trata de un estudio realizado por la Fundación Affinity sobre el vínculo que se genera entre animales y niños. El análisis concluyó que el tener una mascota hace a los niños responsables, de acuerdo a lo que publica el portal 24 Horas de Chile.
Esto pasa porque los menores sienten muchas veces la necesidad de encargarse de alimentar a sus mascotas, darles agua, bañarlos, y cuando son mayores van asumiendo otro tipo de responsabilidades, como sacarlos a pasear e incluso deben estar pendientes de su salud.
Además, los niños que tienen mascotas generan mejores relaciones sociales y son más seguros de sí mismos.
La investigación arrojó que el 50% de los niños asocia al perro o el gato con un “compañero de actividades y juegos”. Incluso, el sondeo señala que 8 de cada 10 niños de entre 9 y 12 años indicaron que prefieren jugar con su mascota antes que con videojuegos porque ven una respuesta inmediata de su compañero de juego.
Finalmente, los menores que cuentan con un perro tienen mejor estado físico que un niño que no posee un animal, ya que los canes tienen mucha energía y mantienen a los niños en movimiento. Los perros hacen que los niños corran, paseen y realicen diversas actividades diariamente, por lo que se mantienen activos.