El ingeniero forestal, José Balbuena, explicó que este fenómeno es bastante anormal debido a que la planta está acostumbrada a crecer en zonas cálidas como Paraguay, Argentina, Brasil y Bolivia. Sin embargo, hasta el momento aguanta las bajas temperaturas y eso podría deberse a los cuidados que esté recibiendo.
“Ellos –los encargados– pudieron aplicarle algunos cuidados como un tipo de malla, media sombra o el riego, pero no sabemos”, añadió Balbuena.
Indicó que otra probabilidad de su resistencia puede darse por la etapa de crecimiento en que se encuentran las plantas. Es posible que en este tiempo se haya acostumbrado al clima de la zona.
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Resaltó que el riego ayuda mucho a que la planta siga evapotranspirando y no llegue al punto de congelarse. “La planta muere cuando la sabia que va circulando se congela”, detalló.
Este tipo de árboles crecen en verano o en primavera y se mantienen en latencia en otoño e invierno.
“Paran en las estaciones frías para no gastar energía en el crecimiento. Ahora la planta está en periodo de latencia y no va a crecer. Recién cuando suba la temperatura y pueda realizar mayor fotosíntesis, lo hará”, afirmó el ingeniero.
La plantación de estos arbolitos de lapacho se había hecho en noviembre del 2017. Uno es blanco y otro amarillo, para representar los colores de la bandera del Vaticano.