Si bien no es profundo el caudal de las aguas que todavía anegan varios tramos de la arteria Urcisino Velazco, sí es lo suficiente como para impedir el acceso de motocicletas o de personas a pie, ya que podrían mojar sus calzados o pantalones, lo cual es molestoso y hasta representa un riesgo con las bajas temperaturas.
Cinco personas provenientes del barrio Republicano se instalaron en este punto ribereño para transportar cada día a gran cantidad de alumnos de los colegios Perú y Sotero Colmán o a trabajadores hasta sus sitios de empleo.
TESTIMONIOS. Francisco Bobadilla, uno de los carreros involucrados en este servicio, explicó que se cobra por cabeza la suma de G. 2.000, pero que a los estudiantes se los lleva de manera gratuita.
Dijo que la mayor afluencia de pasajeros la tienen por la mañana temprano, al mediodía y entre la tarde y la noche.
“Por suerte estamos haciendo un buen negocio. Prestamos un servicio que precisa esta gente y de paso tenemos buena ganancia”, apuntó.
Por su parte, Hugo Sánchez, poblador del Bañado Sur, lamentó que las autoridades municipales se hayan olvidado de la gente que se quedó a vivir en los puntos afectados por la crecida. “Tenemos la oferta de la empresa de transporte Cabañas para entrar aquí en nuestra zona. Ya se hizo el pedido, pero nadie nos hace caso. Mientras la gente se moviliza como puede”, puntualizó.