16 jun. 2025

“En mi tiempo libre escucho y veo óperas, me apasionan”

Por Rocío Cáceres

José Mongelós.  El tenor paraguayo  continúa su formación en Estados Unidos, pero antes se despide de su público nacional con un recital  en el Teatro Municipal.

José Mongelós. El tenor paraguayo continúa su formación en Estados Unidos, pero antes se despide de su público nacional con un recital en el Teatro Municipal.

rcaceres@uhora.com.py

José Mongelós, uno de los tenores paraguayos más prometedores, confiesa que su romance con la ópera fue “amor a primera vista”, cuando con escasos 14 años descubrió este mundo del que no planea apartarse, sino todo lo contrario. “En mi tiempo libre escucho y veo óperas, me apasionan”, revela.

Con este ideal de proyección, el tenor de la Orquesta de Cámara del Congreso Nacional (OSIC) viaja el 25 de junio a Nueva York, para continuar su formación y perfeccionarse en la carrera, nada más y nada menos que con el tenor retirado Rockwell Blake y con Joshua Greene, del Metropolitan Opera de Nueva York, dos grandes del género, que le dictan clases periódicas desde hace años.

“Me voy hasta setiembre a mis cursos regulares, viajo permanentemente a Estados Unidos porque allá está mi equipo de maestros y voy a aprovechar para hacer un curso de verano de preparación para cantantes de ópera, que se llama Opera World”, comenta.

El tenor tiene muchas metas en la carrera, “en primer lugar llegar a la libertad vocal, de poder hacer lo que yo quiero con mi voz, eso es lo que busco día a día (...) y estamos en ese camino”, agrega.

También desea tener la oportunidad de cantar en los teatros top del mundo. “No por el hecho de estar ahí, sino por lo que eso significa artísticamente, y significa que estás en el circuito y vas a trabajar con los más grandes”.

Sus satisfacciones como artista son muchas, entre ellas, “los aplausos, son como nuestro alimento, no a nivel de ego sino de gratitud y satisfacción por el hecho de generar algo en las personas”.

PRIVILEGIADO. Para José, la formación en el exterior es una de sus citas obligadas. “Me considero un bendecido por poder estudiar en el exterior (...); en nuestro campo, la formación en Paraguay está en pañales, en 2008 se abrió la FADA, que es relativamente nueva, pero celebro que se está haciendo lo posible para llegar hasta donde se tiene que llegar”, dice Mongelós.

El curso de verano, que realizará en Los Ángeles, es dirigido “a la parte de actuación, expresión corporal, danza, toda la parte integral de lo que necesita un cantante de ópera”, destaca, al tiempo de mencionar la importancia de la formación integral para los cantantes del género, ya que como es un teatro cantado, se debe contar una historia.

INICIOS. La música siempre estuvo presente en la vida del tenor, ya que si bien sus padres no son cantantes profesionales, disfrutan siempre de peñas y conciertos. “Realmente no tengo memoria de mis inicios, desde que nací y desde que empecé a hablar la vena musical siempre se hizo sentir”.

Canta desde pequeño, incluso en su casa hay una foto de su segundo cumpleaños donde se lo ve entonando una melodía ante sus invitados. “Uno nace con la audacia de querer subir a un escenario”, dice el artista.

Su formación como cantante profesional se inició en el instituto Stael Ruffinelli de Ortiz, con un profesor turco, en lo que él considera “su etapa de descubrimiento”; luego continuó en Buenos Aires, con la mezzosoprano Marta Blanco, profesora del Teatro Colón. En repertorio trabajó con el maestro alemán Guillermo Ortiz, director de la Fundación Música de Cámara, y estudió dirección orquestal con el pianista y director Darío A. Ntaca.

Desde 2007 colabora con Luis Szarán y la OSCA y en 2011 protagonizó el estreno en América de la ópera La Forêt Mouillée, con la dirección de Fernando Albinarrate.

En 2014 fue nombrado tenor oficial de la OSIC y ese mismo año tuvo su debut europeo en una serie de conciertos en Suiza, con la Orquesta Musiques des Lumières. Un año más tarde debutó operísticamente en Europa cantando “Spoletta” en la ópera Tosca de Puccini en Suiza.