Según los datos facilitados por la consultora Nielsen, la tendencia a la baja de los últimos años se mantiene, pues la audiencia de 2016 fue 5% más baja que la de 2015.
Un año antes, en 2014, la ceremonia atrajo a 15,6 millones de personas.
Los anteriores mínimos históricos databan de 1990 y 2008, con 12,3 millones de espectadores.
El mayor éxito de audiencia de los Emmy se produjo en 1986, cuando 35,7 millones de personas siguieron la gala a través de la cadena NBC.
En la gala, presentada por Stephen Colbert y marcada por las críticas al presidente estadounidense, Donald Trump, se impuso The Handmaid’s Tale como mejor serie dramática del año, mientras que Veep se llevó el título de mejor serie de comedia por tercer año consecutivo. Además, se otorgó el premio a la mejor actriz, Julia Louis-Dreyfus. La actriz alcanzó así su sexto premio consecutivo por su papel como la desventurada ex presidenta Selina Meyer, un récord.
En una ceremonia que estuvo condimentada con mucha pimienta política, The Handmaid’s Tale, basada en la novela de 1985 de la canadiense Margaret Atwood, se adjudicó cinco trofeos, mismo número que la miniserie de HBO Big Little Lies.
El programa de humor Saturday Night Live se alzó con nueve trofeos, incluidos los de sus discípulos Alec Baldwin, por su imitación del presidente Trump, y Kate McKinnon, por su imitación de la exaspirante a la Casa Blanca Hillary Clinton. “Creo que debemos decir, al fin señor presidente, aquí está su Emmy”, bromeó Baldwin al subir a recibir el premio. EFE-AFP