El tradicional encuentro religioso, que también reúne a cientos de turistas extranjeros, estuvo marcado por coloridos y típicos bailes, entre ellos el “Toro Huaco”, así como el drama “El Güegüense”, declarado Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
“El Güegüense” es un drama satírico nicaragüense de protesta contra la colonia española y se considera una de las expresiones más distintivas de la era colonial de América Latina, según la Unesco.
El encuentro o “Tope de los Santos” se celebra el municipio de Diriamba, departamento de Carazo, al sureste de Nicaragua.
Los feligreses, desde tempranas horas, se concentraron en la iglesia de San Sebastián, en el centro de la ciudad, que se sitúa a unos 45 kilómetros al sur de Managua, para participar en una homilía y luego iniciar el recorrido del santo homónimo por las calles centrales.
En medio de promesantes, turistas y tradicionalistas, San Sebastián, de al menos un metro de largo, recorrió unos 400 metros hasta encontrarse con la imagen San Caralampio, que fue sacado de su urna de cristal en el templo en su honor para sumarse al recorrido, constató Efe.
Ambas imágenes recorrieron unos dos kilómetros, en medio de bailes y músicas, para toparse con San Marcos y Santiago Apóstol, al borde de Diriamba y colindando con los municipios de Jinotepe y San Marcos.
Los pobladores tocaban las imágenes, le restregaban pañuelos y otros bailaban alrededor de las mismas como una promesa, sin embargo, la atención de las procesiones estuvo centrada en las danzas de “El Güegüense” y el “Toro Huaco”, que reflejan la picardía, el ingenio y rebeldía de los nicaragüenses para sobrevivir en la época colonial.
Los danzantes vestían con telas coloridas y brillantes, usando máscaras de conquistadores europeos o de burros, y bailoteaban en las calles portando chischiles (cascabeles) en sus manos, con trajes de la época colonial y coronas con sombreros de pluma de pavo real.
“El Güegüense” se baila al ritmo de melodías lentas y rápidas interpretadas con pito, tambor y violín.
La música del “Toro Huaco” destaca por ser suave y al ritmo del tambor y flauta de un único interprete, que lleva el atuendo de bovino y dirige la marcha danzante.
Las fiestas en honor a San Sebastián, culminarán el 27 de enero próximo, incluyen misas, dianas, procesiones y corridas de toros donde se espera la presencia de unos 80.000 personas, de acuerdo con los organizadores.