Martín González dice en una entrevista que el estilo del grupo se basa en el contenido. Que es como si él mismo se parara a contarnos una historia con rock and roll de fondo, sin hacernos mover demasiado la cabeza para que no nos perdamos del contenido real de la canción. “Es sentarme y hablar contigo”, dice sentado en el patio trasero de su casa en Itauguá.
Este joven escucha rap desde los 10 años. Nació en Ciudad del Este y fue criado ahí mismo hasta los 15 años. El rap de Brasil era -y sigue siendo- algo que le volvía loco en la época de los noventa, donde la globalización aún no había llegado a instalarse en nuestras tierras. “Vos escuchabas lo que podías conseguir”, dice Martín.
Uno de sus grupos preferidos era Planet Hemp, de Marcelo d2, algo bien rap y rock and roll a lo Rage Against The Machine. También le gustaba Ohappa y Gabriel o Pensador, que escuchaba y se volvía loco. Además disfrutaba con Charlie Brown Jr, que según el guitarrista de Radio Base, Diego Goodacre, es una de las bases del grupo y fue su favorito a los 14 años, cuando su faceta punk le hacía ir contra el sistema. “Hacían punk, después rap y reggae y hip hop y de repente todo”, recuerda.
Martín opina: “Era una banda que juntaba las cosas que a nosotros nos gustaban. El punk y el hip hop con el rock and roll en general y sus variaciones”.
La historia del vocalista continúa mientras aclara que Radio Base también se ocupa del hip hop.
Luego de mudarse a Itauguá, en el 99, Martín seguía escuchando toda esa mescolanza rap rock del vecino país. Pero en el 2004 algo llegó a entusiasmarlo aún más: el alto vuelo del hip hop en Cuba, país que visitó para seguir su carrera universitaria. “El hip hop de allá es otra liga”, opina.
Fue por este tiempo en el que se hizo de amigos latinos con inclinaciones hacia el metal, el rap y el punk, entre otros géneros, que compartían su arte y escuchaban juntos música de todo el planeta. Hip hop venezolano, chileno y colombiano, etc.
En los tiempos libres, después de las “farras” y los “asaditos”, Martín se reunía con sus compañeros para hacer rondas de freestyle. “Pero yo nunca había compuesto canciones, nunca había tenido una banda”, dice al recordar este momento.
Cuando volvió a Paraguay luego de 7 años, se encontró con Diego tocando en Pandemia, que por ese tiempo ya casi no se presentaba. Martín le sugirió que se pusiera las pilas. “Él me cantaba sus canciones”, dice, “con una guitarra, y yo le decía que estaban muy buenas. ¿Por qué no tocan?, le preguntaba”.
Diego recuerda que con Pandemia habían grabado un demo y que tiempo después el baterista y el guitarrista se alejaron. Fue entonces que Héctor “Pico” (actual guitarrista de Radio Base) le tiró una propuesta: “armemos pues otra vez una banda”. Y así comenzaron a reorganizarse.
Pero cuando Martín decidió sumarse, el rap comenzó a instalarse. “Un día les tiro un rap en portugués”, dice, “y me preguntan si no puedo hacer lo mismo pero para un tema de Pandemia”. Este tema nunca salió a la luz, pero de él se desprendió una banda que hoy destacamos por su propuesta poco convencional en la escena local.
En agosto del 2013, el programa Mandiorama (Rock & Pop) premió un demo de Radio Base denominado “El Emigrante”. En ese momento se dieron cuenta de que como grupo se destacaban. Y a partir de ahí surgieron temas enteros que Martín comenzó a escribir grabándose mientras improvisaba. “Yo agarraba un bolígrafo, grababa y le mostraba a los perros”, dice. “Y sin darnos cuenta salieron canciones buenas”, añade Diego.
La música de esta banda fue reconocida por el jurado del Demostrá tu Música VI (2014).
La historia de cómo llegaron a este concurso comenzó el año pasado, cuando se habían inscripto para la edición del 2013. No llegaron a los premios, pero eso no los desanimó. Martín asegura que este año ya no tenían pensado participar. Por el momento se habían puesto las pilas para comenzar a producir un disco. Querían lanzar un EP y venderlo por G. 10.000 en un concierto.
Pero la idea nunca se materializó. Luego comenzaron a hablar con César Da Costa (Supercaos, Moonchild, Ovejas Negras) sobre la posibilidad de editarse un disco autogestionado. El productor les tiró una cifra aproximada para grabar en un estudio de Buenos Aires. La propuesta sonaba tentadora. Entonces comenzaron a reunirse para ver qué posibilidades había de concretarlo.
Cuando se dieron cuenta de que no era un proyecto económicamente viable, Martín se percató de que corría vigente una nueva convocatoria del concurso organizado por Palermo. “Yo ni siquiera les avisé a los perros”, dice. “Les inscribí nomas y después les avisé por el grupo de la banda en el Whatsapp”.
Así llegaron nuevas canciones. Y lo inesperado. El vocalista recuerda que recibió una llamada luego de llegar del trabajo, de donde había salido en horas de la siesta, momento en que se emitía el programa de Carlos Turrini y Mazizo Torres en la Rock and Pop (95.5 FM). “Decían que se iba a anunciar a los preseleccionados y no le di mucha bola”, recuerda.
Al entrar a su casa le llamaron y le informaron que Radio Base era una de las escogidas para la batalla de bandas. “Hija de puta, yo me volví loco, le llamé a los muchachos y ahí nos prendimos”, recuerda Martín.
Pero ellos no fueron los únicos. También estaban Tercer Piso, La Nuestra, Favela Rock Club, Urbe Ficticia, Blasphemer.py, Long Paper e Insanitty. Por esta razón, se vieron obligados a estudiar el sonido de cada uno de los grupos. La propuesta escénica y la actitud. De esta forma buscaban comprender dónde se habían metido.
Radio Base en el escenario del Demostrá Tu Música VI. El grupo será uno de los competidores en el Pre Taragüi. Foto: Facebook.
Y después comenzaron los ensayos. Martín recuerda que hubo reuniones en donde planeaban lo que tocarían durante los 9 minutos estipulados en el concurso. Debían interpretar dos temas y además obtener el apoyo del público. Eso estaba prácticamente solucionado porque habían pensado en pedirle ayuda a la Municipalidad de Itauguá para alquilar un bus que pudiera trasladar a sus amigos.
Al final no lograron concretar esta idea porque presentaron el proyecto de forma tardía. “Si hubiese sido una semana antes, nos iban a poner un bus, pero había mucha burocracia”, asegura Martín, quien antes de continuar relatando destaca el apoyo del departamento de cultura de Itauguá, que siempre apoya a los músicos con espacios y promoción.
La noche de la batalla finalmente llegó. “Nos fuimos así mismo, nosotros y nuestra música”, recuerda Martín. Y el resto es historia: un premio de mil copias del primer disco en el que “no te imponen tocar nada” que no quieras, según el vocalista. “Queremos grabar más temas de 8", dice. “Tirar lo que a nosotros nos caracteriza”.
¿Qué pensas de la autogestión?
Esa es la realidad con la que hay que chocar. Es defender tu trabajo y ser muy perseverante. Una carrera de resistencia. Tenés que tener aguante para llegar al final. Seguir en la carrera. Muchos se quedan por el camino porque llega un punto en que no da más.
Es finalmente la autenticidad en la música
Claro. La música es un refugio que vos tenés de la vida cotidiana de la misma realidad de cada uno. Vos ves una banda pero ahí hay seis integrantes, cinco, seis realidades diferentes mundos. Y la gente que te mira de afuera y que nunca pisó un escenario te apunta con el dedo y te dice que estás perdiendo el tiempo. Pero ellos nunca van a entender lo que es estar ahí y saber que una vez que llegas, sentís que vale la pena. Esa adrenalina que sentís arriba te retribuye todo. No tiene valor, no hay forma de pagar. Más todavía si recibís la aprobación de la gente.
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