20 abr. 2024

El esperma de cocodrilo puede servir para entender la infertilidad masculina

Científicos australianos han descubierto que el esperma de los cocodrilos de estuario puede servir como modelo para investigar la infertilidad en los seres humanos, según un estudio divulgado este miércoles.

cocodrilo.jpg

El esperma de cocodrilo puede servir para entender la infertilidad masculina. Foto: titles.ws.

EFE


“Esperamos utilizar al cocodrilo como modelo para entender las funciones del esperma a niveles básicos y ver si podemos aplicar (este conocimiento) para tratar la infertilidad en nuestra propia especie”, dijo Brett Nixon, biólogo reproductivo de la Universidad de Newcastle en Australia y líder de este estudio.

Nixon explicó que muchos casos de infertilidad masculina están vinculados a defectos en el esperma, que en condiciones normales emerge de los testículos en una forma inmadura y debe exponerse a ciertas condiciones en los tractos reproductivos del hombre y la mujer antes de poder fertilizar un óvulo.

Antes de ser activados, “parecen normales pero no tienen la capacidad de nadar y creemos que no tienen la habilidad de reconocer un óvulo y participar en la fertilización”, explicó Nixon a la cadena local ABC.

Hasta la fecha se creía que el proceso de la maduración del esperma era único en los mamíferos y que el caso de los cocodrilos era similar al de las aves, es decir, que una vez que salían de los testículos eran capaces de fertilizar.

Sin embargo, el estudio liderado por Nixon sobre el esperma de los cocodrilos de estuario de Australia revela que éste se comporta de forma parecida a los espermatozoides de los mamíferos, incluidos los seres humanos.

Para este estudio, los científicos recolectaron el esperma de varios cocodrilos de estuario australianos, los cuales estaban sedados, y los incubaron en condiciones similares a los de un tracto reproductor femenino.

Así identificaron un grupo de proteínas, que permiten que el esperma se mueva y reconozca los óvulos y que son similares a las presentes en el esperma humano.

Los investigadores creen que también han identificado un interruptor químico, en la forma de iones de bicarbonato, en el tracto reproductivo femenino que contribuyen a activar a las proteínas.

La investigación, que fue publicada en la revista científica Proceedings B de la Sociedad Real, ayudará igualmente a la crianza comercial de estos reptiles así como para mejorar los métodos para conservarlos.

Más contenido de esta sección
Dos alcaldes fueron asesinados en tres días en Ecuador en vísperas del referendo del domingo sobre reformas para enfrentar al crimen organizado y en medio de una crisis eléctrica que llevó al gobierno a decretar el estado de excepción.
La ONU llamó el viernes a detener el “ciclo de represalias” en Medio Oriente, después de explosiones en el centro de Irán atribuidas a un ataque israelí en un contexto sumamente volátil desde el inicio en octubre de la guerra entre Israel y Hamás en Gaza.
Los senadores de Argentina, sin debate y en votación a mano alzada, aumentaron sus salarios un 170%, en una decisión que generó polémica este viernes por la dura crisis económica que atraviesa el país, con 288% de inflación interanual y más de la mitad de la población en la pobreza.
La primera respuesta de los educadores estadounidenses cuando empezaron a ver la popularidad de la inteligencia artificial (IA) fue de “tolerancia cero”, pero al ver que esta revolucionaria tecnología había llegado para quedarse, el temor se empezó a enfriar y, ahora, muchos educadores la usan para sus clases.
Con casi mil millones de votantes, la India comienza este viernes las elecciones generales, la primera fase del proceso electoral más largo de su historia que continuará a lo largo de seis semanas, en las que el nacionalismo religioso del primer ministro Narendra Modi buscará un tercer mandato.
La esclerosis múltiple produce anticuerpos que pueden ser detectados en sangre antes de que aparezcan los primeros síntomas de la enfermedad, lo que abre esperanzadoras vías de tratamiento para esta dolencia que afecta a 1,8 millones de personas en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud.