La reciente incautación de 1.748 kilos de cocaína en un asentamiento indígena en la localidad de Guavirá, a 35 kilómetros de la Paloma, Canindeyú, dejó al descubierto el nuevo modus operandi de los traficantes de droga: la cooperativización de los narcotraficantes.<br/><br/>"Se trata de algo que ya veníamos manejando a nivel de inteligencia hace un tiempo, pero ahora se refleja con resultados concretos”, explicó ayer el titular de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), Francisco de Vargas.<br/><br/>El procedimiento llevado a cabo en la mañana del sábado pasado dejó al descubierto la mayor estructura logística dedicada al tráfico de cocaína en Paraguay: una pista clandestina, 5 avionetas, 19 detenidos, 4 lujosos vehículos, un laboratorio clandestino donde se procesaba la cocaína y varios depósitos que guardaban la carga. <br/><br/>Al inicio del operativo se constataron 1.500 kilos de cocaína, peso que aumentó ayer al confirmarse que había más droga en la propiedad, superando los 1.700 kilos. <br/><br/>Silvio Amarilla, uno de los agentes especiales que estuvo a cargo del megaoperativo, explicó que al menos cinco organizaciones criminales con vínculos en Pedro Juan Caballero y Ciudad del Este “centralizaron” sus operaciones en esta “base narco”. <br/><br/>Al respecto, De Vargas señaló que la propiedad allanada “servía como lugar de abastecimiento, depósito y apoyo logístico para distintas organizaciones que están relacionadas entre sí".<br/><br/> INTERNACIONAL. De acuerdo con los investigadores, la droga llegaba en avionetas desde Bolivia y Perú hasta Canindeyú. De ahí, las cargas eran a su vez enviadas generalmente a Brasil. De hecho, los agentes precisaron que una parte de las cargas iba a las favelas del vecino país.<br/><br/> En ese sentido, la droga era destinada a grupos criminales como el Primer Comando Capital, Comando Vermelho y Primer Comando Catarinense, señalaron los agentes de la Senad que participaron de la investigación.<br/><br/>Las nacionalidades de los detenidos también dejan en evidencia que había organizaciones internacionales vinculadas a la droga. Entre los capturados figuran paraguayos, brasileños, bolivianos y peruanos.<br/><br/>Según los antidrogas, el peruano Miguel Adolfo Tenorio Rivera (53) era el químico encargado de cocinar la droga en el laboratorio que funcionaba en la base narco.<br/><br/>Por su parte, Ezequiel de Souza, brasileño nacionalizado paraguayo, es sindicado como uno de los responsables del establecimiento.<br/><br/>Según la Senad, la estructura criminal desbaratada era responsable de al menos 20% de la cocaína que transitaba por el territorio paraguayo.<br/><br/>operación águila negra<br/><br/>