El féretro de Ojeda, muerto en 1966, fue llevado a solicitud del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) desde el Cementerio General del Sur hasta el Panteón Nacional, donde se conservan los restos de personajes destacados de la historia del país caribeño, entre ellos el del prócer independentista Simón Bolívar.
“Es uno de los hombres que van pronto a ser reivindicados como una figura que del mito a la leyenda pasa ya a la historia épica de América Latina”, dijo el defensor del Pueblo venezolano, Tarek William Saab, durante la ceremonia de partida hacia el panteón.
Al acto que se inició en el cementerio público de la capital venezolana, donde estaba sepultado Ojeda desde su muerte, acudió también el vicepresidente venezolano, Tareck El Aissami, y el diputado chavista y vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello.
“Que la fuerza, el valor, el amor por la Patria, la entrega de Fabricio Ojeda sean banderas de lucha de la Revolución Bolivariana y Chavista”, indicó Cabello horas antes del acto.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, recordó a Ojeda en un mensaje en Twitter como quien “encarna el espíritu del 23 de Enero y de la Juventud Patriota que luchó por nuestra Patria... Ejemplo de Lealtad Revolucionaria”.
Ojeda fue uno de los políticos que participó en la rebelión que derrocó a la dictadura hace más de 50 años y su lucha ha sido reivindicada por el chavismo.
El 23 de enero de 1958, una rebelión civil y militar acabó con la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, quien huyó ese día de Venezuela en un avión rumbo a la República Dominicana.
Todos los años se celebra esa fecha en el país como el día de la democracia.
