QUITO-ECUADOR
Ecuador confirmó ayer el asesinato en cautiverio de los dos periodistas y el chofer del diario El Comercio secuestrados el 26 de marzo, y lanzó acciones militares en la frontera donde fueron secuestrados por rebeldes disidentes colombianos.
La noticia enmudeció a Ecuador, que nunca había sido víctima con tanta crueldad de la violencia derivada del narcotráfico que enfrenta Colombia. Visiblemente dolido, el presidente Lenín Moreno le anunció al país desde un salón de crisis: “Tenemos información que confirma el asesinato de nuestros compatriotas”. Varios reporteros estallaron en llanto. En la sede de gobierno, la bandera fue bajada a media asta, y decenas de personas, en silencio, dejaban flores sobre una tela blanca con el rostro de las víctimas. “Me duele en el alma. Yo quiero que cojan a este señor (que hizo esto) y le den la pena máxima”, dijo sollozando Rosa Villacrés, una ama de casa de 55 años.
Ofensiva. De manera simultánea, Ecuador se embarcó en una ofensiva en la porosa y selvática frontera, uno de los puntos estratégicos en la ruta del Pacífico, para transportar cocaína a EEUU a través de Centroamérica. “Hemos reiniciado las operaciones militares y policiales que fueron suspendidas y dispuesto inmediatamente el despliegue de las unidades élites de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional”, declaró Moreno.
Una delegación de Colombia encabezada por el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, está en Quito para coordinar acciones. El equipo de El Comercio se cruzó con sus captores cuando cubría la inusual oleada de ataques a la fuerza pública registrada en la frontera desde el mes de enero, que dejó 7 muertos y decenas de heridos. Esta violencia es una secuela del acuerdo de paz que condujo al desarme de las FARC. Esta organización controla territorios que ahora están en disputa entre desertores rebeldes y bandas de origen paramilitar. “Era de esperarse que algunos decidieron continuar o en la lucha armada, con intereses políticos, o en las actividades delictivas relacionadas con productos ilegales como la cocaína”, indicó Sebastián Vitar.