Richart González
VILLARRICA
Una de las casas donde vivió María Felicia de Jesús Sacramentado (Chiquitunga) aún permanece intacta y se encuentra en su ciudad natal, Villarrica, Departamento de Guairá. Los propietarios actuales desean declarar la infraestructura como patrimonio histórico.
La casa fue construida en 1840 y en ella vivió el Dr. Joaquín Estigarribia, quien fuera médico del Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia. Posteriormente, los integrantes de la familia Guggiari fueron dueños de la residencia que luego vendieron a la sociedad Balansa Hermanos SA en 1950.
Ernesto Balansa quedó como responsable de la propiedad hasta que un día falleció y su hija Magdalena Balansa de Sarubbi se encargó de mantener el inmueble, hasta que lo vendió, pero con el compromiso estricto de que no se destruyera el lugar donde vivió Chiquitunga.
Con el tiempo se construyó otra casa al lado, sin que afectara a la infraestructura antigua. Actualmente, en el lugar vive la familia Ocampos.
Luis María Ocampos comentó a Última Hora que vivir en el espacio donde habitaba Chiquitunga transmite una paz y tranquilidad única.
“La que mantuvo esa casa fue mi tía Magdalena y me pidió que hiciera lo mismo. Me contaron que Chiquitunga amaba las flores y efectivamente alrededor de la casa hay jazmines del Paraguay y flores de santarrita. Quiero que se declare patrimonio histórico a este lugar para que nadie lo toque”, señaló Ocampos.
La casa donde María Felicia pasó gran parte de su niñez y adolescencia está ubicada sobre la calle Coronel Bogado e/ Joaquín Estigarribia de la ciudad de Villarrica y es admirada por lugareños y turistas. La misma permanece intacta.
Ocampos manifestó que hay pocas cosas dentro de la casa antigua, y que siempre realizan un mantenimiento total de la infraestructura para que la historia siga siendo palpable y admirada. Indicó que el área es restringido, pero que con un permiso especial se podrá conocer el espacio.
Blanca Lila Garcete Gallinar (79), más conocida como Doña Ninón, ahijada de Chiquitunga, comentó que su madrina vivió en otras tres casas asentadas en Villarrica y mencionó algunas anécdotas. “Ella entró en mi vida cuando yo era muy chica. Fue mi maestra en el catecismo”.
Dijo que conocía a María Felicia desde siempre y que llegó a encariñarse cuando fue su profesora de catecismo.
“El alma de ella se veía en sus ojos, era una mujer preciosa, pareciera que tenía un aura y era muy buena. Trabajaba a favor de los más humildes. Lo que caló más profundamente en mi corazón fue cuando se despidió de mí para que ella fuera a vivir al convento. Ese día me abrazó fuerte, me bendijo y me besó", relató.
Respecto a la ceremonia de beatificación de Chiquitunga, dijo que le hubiese gustado que se realizara en su ciudad natal. “Este es el lugar donde creció, pero por algo será. Quedó una pequeña espina porque nos hubiese encantado que el acto se realice en la capital del Guairá".
La escribana Gladys Teresita Ayala dijo que Chiquitunga fue su maestra de prejardín en el Colegio María Auxiliadora, y que en ese entonces tenía 5 años. “Nuestro momento de ir al colegio era lo máximo. Un día nuestra profesora ya no apareció y enviaron una maestra sustituta, cambió nuestro ambiente. Nos avisaron que ella se mudó a Asunción. Luego me contaron que se fue al convento. Ahí yo me rebelé y ya no quise volver a clases”.
La carmelita guaireña está camino a convertirse en la primera beata paraguaya.
Ella era mi maestra, era tan amorosa y cariñosa que era difícil aceptar a otra persona.
Teresita Ayala, ex alumna de Ma. Felicia.
Ella nos enseñaba las oraciones, amar a Cristo, respeto a Cristo... trabajaba por los humildes. Blanca Lila Garcete, ahijada de Chiquitunga.