29 sept. 2025

Definió justo a tiempo

Noche histórica que quedará grabada en la retina de toda una República. Es que el único representante del fútbol paraguayo, Sportivo Luqueño, clasificó a semifinales de la Sudamericana.

Golazo.  Jorge Ortega  va concretando el doble sombrero, primero a un defensor y por último a Weverton para el primer gol.

Golazo. Jorge Ortega va concretando el doble sombrero, primero a un defensor y por último a Weverton para el primer gol.

Derrotó por 2-0, con autoridad futbolística, al Atlético Paranaense, en un estadio colmado que no le falló al equipo y se constituyó en protagonista con sus cánticos, con sus colores, para conseguir el pasaporte a la otra fase.

Luqueño hizo lo que todo equipo ambicioso debe hacer: presionar al rival y producir las incomodidades a este. El inicio del Sportivo fue dinámico y con un gran entusiasmo. El Paranaense cuando quiso mover el balón se encontró con un adversario incómodo y, sobre todo, con personalidad.

Producto de esa presión, el Auriazul abrió el marcador con una jugada sensacional de Jorge Ortega. Una definición monumental, con gran jerarquía, tras un sombrero doble, el último al portero Weverton.

Tras el gol, Paranaense encontró la manera de equilibrar las acciones en el medio, pero no consiguió la herramienta necesaria como para llevar mucho peligro a la portería de Jorge Chena, de luqueño.

La calidad de David Mendieta fue determinante para el segundo tanto. A él le cometieron el penal tras ingresar con pelota dominada al área y recibir el empujón de Hernández. Claro penal. ¿Y cuándo no? Sí, José Leguizamón se encargó de la ejecución, mas su disparo lo contuvo a medias el arquero brasileño y del rebote el propio Leguizamón definió y fue a celebrar.

SE JUGÓ. Si bien Luqueño tuvo un par de buenas acciones en los minutos iniciales de la reanudación, a medida que pasaron los minutos el Paranaense complicó la situación. Llegó con buen toque del balón. Empero, el Auriazul nunca se desordenó y tuvo carácter atrás para contener la presión. Con este panorama, Luis Matto ingresó para dar un poco de oxígeno al medio y así fue. El guardameta Chena también tuvo una tapada sensacional, pues el colombiano Hernández lo fusiló, desde el área chica, y el balón fue desviado para despejar el peligro.

Luqueño bajó su nivel futbolístico y lo que hizo fue cuidar el resultado que lo clasificaba a la histórica semifinal. Lo que mostró anoche Luqueño entusiasma y su fútbol le permite ilusionarse para llegar en lo más alto en la Sudamericana.