25 abr. 2024

Cuidar lo nuestro

Wendy Marton – En TW: @WendyMarton

Desde hace un tiempo, el Gobierno de Horacio Cartes, a través de su ministro de Industria, Gustavo Leite, inició un enfrentamiento con el sector empresario de capital paraguayo.

Mientras afuera pregona las bondades de invertir en Paraguay por sus bajas tasas impositivas, adentro a diario se enfrenta con gremios empresariales acusándolos de obtener excesivas ganancias, pero sin que los legisladores del partido de gobierno propongan leyes que limiten estos supuestos abusos.

Por su lado, el ministro de Trabajo, Guillermo Sosa, parece ser más un ministro de “Empresas y Gremios de la Producción”, defendiendo a la clase empresarial, que uno encargado de velar por los derechos de los trabajadores.

En el exterior Paraguay se está ganando la fama de ser un país interesante para la inversión por los escasos controles que el Estado realiza sobre las empresas, ya sea por el cumplimiento de leyes relacionadas con la inversión como con las normas relacionadas con la protección al sector obrero.

De acuerdo con datos del Ministerio de Industria, en la última década USD 3.119 millones fueron invertidos bajo la Ley 60/90, de los cuales el 49,6% del capital vinieron de firmas paraguayas. Los datos indican también que el año pasado, del total de inversiones realizadas, el 93% provinieron de empresas de capital paraguayo.

Por ende, no se entiende que mientras Cartes promociona al país como “una mujer fácil y bonita” para atraer foráneos, haya permitido a su ministro de Industria iniciar una guerra mediática contra empresarios locales.

La postura de un gobierno que dice apostar por el bienestar de todos los paraguayos no se condice con la pelea mediática. Más aún si esa bravuconada no es utilizada para mejorar las condiciones laborales de los empleados.

Además, los trabajadores necesitan sentirse protegidos por un Estado que castiga los abusos patronales, pero también precisan tener la seguridad de que sus puestos de trabajo no se verán afectados por este cruce de opiniones.

Independientemente de que algunos oligopolios abusaron por años de su cercanía con el gobierno de turno, Cartes necesita enfocarse en lograr que quienes viven en la extrema pobreza puedan salir de esta situación y acceder a la salud, educación, seguridad social y empleo como el resto de los paraguayos.

Para ello, debe cumplir las leyes vigentes o promover, a través de legisladores de su partido, normas que mejoren la condición de vida de todos los paraguayos. El país necesita que los sectores estatal, obrero y patronal estén unidos para lograr el bienestar de todos. Las peleas mediáticas solo sirven para que los grupos políticos sigan sacando ventajas sobre los demás paraguayos.

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.