Diego Diarte, de 23 años, talla en madera de timbo figuras de santos, restaura imágenes y crea todo tipo de obras con contenido religioso. Cuenta que prometió un altar a la Virgen de Caacupé, luego de que no pudiera asistir al llamado del artista Koki Ruiz, para construir –en Tañarandy (Misiones)– el retablo que finalmente sirvió de escenario al papa Francisco en Ñu Guasu.
Ante la imposibilidad, por motivos laborales y de estudio, Diego se impuso una promesa y cumplió. Y lo hizo por partida doble, porque se encomendó a la Virgen del Rosario, patrona de su pueblito.
Diseñar cada parte del retablo, que conserva la temática del Año de la Misericordia, le demandó tres meses de trabajo junto, por lo menos, a 40 personas que colaboraron con la faena, según comentó a ÚH.
Con 4 metros de altura y poco más de 3 metros de ancho, el cuadro cuenta con un habitáculo en la parte central destinado a la imagen de la Inmaculada Concepción de María. Primero, fue ocupado por la Virgen del Rosario, patrona de Isla Pucú.
El estreno de la obra tuvo lugar precisamente el pasado 7 de octubre último, fecha en que se celebra la fiesta patronal de esa localidad cordillerana.
adoración. Recién el 26 de noviembre, el altar de semillas fue trasladado hasta la Basílica, como una ofrenda del joven artista a la Virgen de los Milagros, ya que rinde tributo también al cincuentenario de la Diócesis de Caacupé (ver infografía). Los fieles que llegaron en los últimos días a la Basílica se encontraron con el retablo y se prosternaron ante la imagen de la Virgencita como un objeto de adoración.
El retablo cuenta con 19 tipos de granos de semillas y cereales, todos conservan su color natural. Todo el relieve fue barnizado para darle un mejor acabado y a modo de protección contra todo tipo de alimañas. “Cada un mes voy a ir a poner el remedio”, asegura sobre el veneno para bichos que tiene en un pulverizador.
Es que el retablo de semillas debe ser fumigado cada tanto para que pueda conservarse en el tiempo.
MÁS OBRAS. Es el segundo cuadro de granos que Diego crea. El primero conservan en la parroquia de su comunidad. También regaló, este año, a la Basílica un cuadro de semillas con motivo del jubileo de la Diócesis de Caacupé.
Además, diseñó un cuadrito de semillas con la imagen de la Virgen de los Milagros que regaló en persona al cardenal argentino Luis Héctor Villalba. Fue uno de los que entregaron su obsequio al enviado del Papa durante la misa central en la explanada de la Basílica.
“Siempre me mueve el amor hacia la Virgen. También hacer conocer mi ciudad por medio de mi trabajo, y sirviendo siempre a la Virgen de Caacupé”, expresa.
La confección final del retablo demandó una inversión de G. 16 millones. La mayor parte del gasto se llevaron las luces led y el pegamento especial para sellar los granos en la plataforma de terciada.
Diego recibió la cooperación de 30 jóvenes voluntarios y siete integrantes de la Comisión de Ornamentación Virgen del Rosario, quienes colaboraron en el pegado de cada una de las diminutas e incontables semillas.