Por Juan José Brull - Ñeembucú
En el kilómetro 1.290, próximo a la confluencia de los ríos Paraná y Paraguay, se abordó una barcaza que navegaba en el sector. Se trataba del remolcador Impala Campana que se encontraba trasladando combustible.
José Modesto Barreto, subprefecto general Naval, mencionó que la Ley 928 le faculta a la Prefectura a realizar los controles repentinos, en la búsqueda de frenar el tráfico ilegal de drogas.
Durante el abordaje y en la inspección no se encontró nada anormal y tras la elaboración del acta correspondiente la embarcación pudo reanudar su viaje.
En este operativo formaron parte el comandante del Área Naval, Cristian Rótela, el capitán de Fragata, Emeterio Miranda, y el prefecto de la zona Pilar, Ricardo Sanabria.
La hidrovía Paraguay-Paraná se ha ido convirtiendo desde hace años en la principal ruta fluvial para el transporte ilícito de la marihuana cosechada en nuestro país, y producida principalmente en los distritos de Canindeyú y Pedro Caballero. Buenos Aires y Rosario son los principales destinos.
Lo que anualmente se recoge de la droga en Paraguay, el 80% se comercializa en Brasil, especialmente en San Pablo y Río de Janeiro, y el 20% restante va a la Argentina y Chile.