EFE
Según un informe de la Policía Federal publicado este jueves por el diario Extra, en diciembre pasado la brasileña Michele dos Santos Linhar, esposa de Ary Ferreira da Costa, uno de los intermediarios del exgobernador de Río de Janeiro Sergio Cabral, hizo un encargo a la sacerdotisa Neide a través de Whatsapp.
Dos Santos solicitó a la “mãe de santo” un “trabajo” contra tres fiscales de la operación Calicute, que forma parte de la investigación Lava Jato y que llevó a prisión a Cabral, acusado de comandar una red de corrupción que durante años desvió millones de reales de Río de Janeiro.
La sacerdotisa pidió fotos de los fiscales y la mujer de Ary Ferreira da Costa se las envió por Whatsapp, un día antes de que su marido fuera detenido.
Meses después de la operación la “mãe de santo” ofreció explicaciones y precisó que ella no realiza “trabajos para el mal”. Su objetivo, aseguró, era calmar a Dos Santos, clienta suya desde hacía dos años.
“Iba a usar las fotos para consultar los ‘buzios’”, conchas marinas usadas en la adivinación del futuro, y “tener una idea de lo que iba a suceder”, agregó al diario Extra.
“Al final no dio tiempo pues su marido fue preso enseguida. El trabajo tenía como objetivo calmar a Michele. Le dije a ella lo que le digo a todos: ‘deja que los orixás se encarguen’”, sostuvo.
La “mãe de santo” -la mayor representante de un centro de umbanda o culto de candomblé- señaló que nunca antes se había hablado en su casa de la operación “Lava Jato”, por la cual han sido detenidos políticos, importantes empresarios y exejecutivos de la petrolera estatal Petrobras, así como de otras empresas públicas.
"¿Crees que si yo trabajase para ellos mi terreno estaría así? ¡Con todo ese dinero!”, añadió.
En el marco de los escándalos de corrupción y crisis política también se coló recientemente Eric Satine, un brujo brasileño que subió en su Facebook una foto de un ritual realizado contra el presidente de Brasil, Michel Temer, y “su agenda del poder”.
Las redes sociales recordaron el ritual de Satine la semana pasada, cuando un empresario acusó a Temer de recibir sobornos desde 2010 y comprar el silencio de Eduardo Cunha, expresidente de la Cámara de Diputados, preso por corrupción.