Carlos Aquino | San Pedro
Este sobreseimiento corresponde al asalto a mano armada al local de Banco Visión, de donde llevaron alrededor de G.1.500 millones, ocurrido en octubre de 2011. Se pudo identificar a Benítez a través del circuito cerrado del local bancario. Por el mismo hecho fueron también imputados los guardias de seguridad Víctor López y Marciano Martínez.
En mayo pasado la fiscal del caso ya había solicitado el sobreseimiento provisional de Benítez, pero la jueza de Garantías en lo Penal, Inés Galarza, no hizo lugar al requerimiento y le dio trámite de oposición al elevarlo a la fiscal adjunta de San Pedro, Gilda Villalba Totil, quien se ratificó en el pedido de sobreseimiento provisional.
La jueza Galarza considera que existen elementos que deben ser investigados, por lo que remitió los antecedentes para que la Fiscalía Adjunta se expida. Ante la ratificación, finalmente tuvo que otorgar el sobreseimiento provisional, pero estableció elementos concretos a ser practicados por el Ministerio Publico con la realización de varias diligencias, como la declaración de un jefe policial para aportar más datos a la investigación y reconocimiento de persona con participación de Amado Benítez y otras cuatro personas, reza en parte la resolución.
Antecedentes del caso
El 4 de octubre del 2011, aproximadamente a las 17.30, ingresaron al local del Banco Visión de Santa Rosa del Aguaray cuatro delincuentes con armas de fuego y redujeron a los empleados que se encontraban en el recinto, el cual en ese momento ya estaba cerrado. Los guardias privados Víctor López y Marciano Martínez abrieron la puerta para que ingresaran los delincuentes que estaban vestidos como funcionarios de la institución.
Los policías lograron recuperar dos vehículos que fueron utilizados por los delincuentes para cometer el hecho. Ambos rodados fueron abandonados en una compañía cercana de Santa Rosa, donde abordaron una Nissan Patrol para huir de la zona.
Amado Benítez también tiene otra causa en San Pedro por el asalto al Banco Familiar sucursal de Santaní, ocurrido en agosto de 2010, de donde se llevaron más de G. 1.000 millones.